Compost: en los últimos años el interés de las personas por vincularse con la naturaleza, mejorar la alimentación, ser consumidores conscientes y cuidar el ambiente creció notablemente. Y es en ese contexto donde muchos comenzaron a interiorizarse por los huertos caseros y aún más en la jardinería.
El movimiento eco-friendly es un hecho y contar con un compost en la casa es uno de los pasos que muchos siguen. Y es que no sólo implica realizar una práctica sustentable, en la que se disminuirá considerablemente los desechos eliminados a la basura, sino que además se garantiza tierra con muchos nutrientes ya sea para los huertos como para las plantas que cada uno posea en su hogar.
Además, realizar un buen compost será un primer paso para animarse a plantar algunas verduras e intentar adoptar una alimentación sana y consciente, elegir productos orgánicos, llevar a cabo una vida más sustentable, y por sobre todo conocer qué es lo que se está consumiendo y de qué manera se realizó, cuál fue el proceso de elaboración, con el fin de poder seleccionar productos que sean cuidadosos con el ambiente.
Si nunca te animaste a compostar porque piensas que requieres de mucho espacio y artefactos específicos para hacerlo, tienes que saber que esto no es así y con cosas de tu casa podrás llevarlo a cabo.
Por eso, en este artículo queremos contarte cómo llevar a cabo esta práctica en tu hogar, qué tienes que tener en cuenta, pasos a seguir y qué cosas puedes depositar en dicha tierra para que obtengas un compost saludable.
¿Qué es el compost?
Lógicamente, antes de hablar sobre los tips para llevar a cabo un compost saludable es necesario que hagamos mención a qué es el compostaje.
Según detalla el Instituto Nacional de Tecnología Industrial de la Argentina (INTI) el compostaje es un proceso biológico en el que intervienen microorganismos de tipo aeróbico (presencia de oxígeno), bajo condiciones de humedad, temperatura y aireación controladas, que permiten la transformación de residuos orgánicos degradables en un producto estable.
A partir de ese proceso se obtiene el compost o abono orgánico que está constituido por materia orgánica estabilizada, con presencia de partículas más finas y oscuras. Es un producto innocuo y libre de sustancias fitotóxicas, es decir que puedan causar daño a las plantas.
Este compost saludable es utilizado para abonar plantas, jardines y huertas, ya que mejora la vida del suelo. Esto no sólo genera una disminución del uso de fertilizantes químicos y abonos, sino que además va de la mano del movimiento eco-friendly, y colabora a reducir los desechos destinados a basurales.
A nivel colectivo, se reducen los residuos que se acumulan en vertederos y los que se llevan a plantas de tratamiento: a partir del compost es posible reducir los residuos entre un 40 y 50%. Además, se disminuye la generación de lixiviados en el sitio de disposición final de residuos y la posibilidad de proliferación de agentes patógenos, ratas y animales.
De esta manera, también se fomenta una conciencia de reciclaje y aprovechamiento de los residuos que se producen para generar tierra abonada.
También, a partir del compost se reducen las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI), en especial de metano, en los sitios de disposición final y se utiliza menos suelo para la disposición final de residuos.
Tips para hacer un buen compost
Ahora bien, dado que ya hablamos de compost saludable, qué es y qué beneficios trae, es necesario mencionar algunas cuestiones que hay que tener en cuenta para gestionarlo de buena manera.
Antes de hablar sobre ello, es necesario tener en cuenta qué elementos se necesitan particularmente para poder compostar.
Recipiente. Esto será elegido según posibilidades, espacio y cantidad de residuos que cada uno genere.
En principio, si bien se suele hablar de composteras a la hora de llevar a cabo estos procedimientos, no es necesario que se trate de un recipiente especialmente diseñado para este proceso. Así que si esto era una imposibilidad a la hora de realizarlo en tu hogar, ya saber que puedes hacerlo con cualquier material adaptado.
Son una gran cantidad de opciones que se pueden utilizar para la construcción, según la disponibilidad de cada uno. Por ejemplo, a partir de maderas o pallets, fabricar con alambre tejido contenedores, barriles y bidones, por mencionar algunos ejemplos.
Herramientas. Es posible que requieras de palas, espátulas o algún elemento que sirva para mover la tierra y el compost, así como guantes para manipularlos.
También puedes contar con regaderas o mangueras para hidratar el compost, aunque lo puedes hacer con cualquier recipiente como jarras, vasos o incluso tuppers.
Por último disponer de un recipiente o zaranda para separar el material fino del grueso y del que necesita volver a la compostera para terminar su proceso de degradación.
Lombrices. Para fomentar la descomposición y que los materiales se degraden de una manera más rápida, se podrá contar lombrices que se utilizan especialmente para estas técnicas, que son las del género Eisenia, o conocida comúnmente como lombriz roja californiana (Eisenia foetida y Eisenia Andrei).
Consejos para compostar
Para que no se pudran los residuos y el material que se genere sea compost saludable, puedes tener en cuenta algunos trucos que te detallaremos a continuación.
-
Equilibrar los materiales: Este es uno de los pasos fundamentales para promover la descomposición y evitar malos olores entre carbono (papel, hojas secas) que aportan estructura; como el nitrógeno (restos de alimento, hojas de plantas) que son los que aportan nutrientes.
-
Tritura los materiales: Un truco para acelerar el proceso de descomposición de los materiales es triturarlos en tamaños más chicos con el fin de que sea más fácil que los microorganismos actúen más rápido. Para esto puedes utilizar manos, cuchillos, podadoras o incluso licuadora para cuando se trate de restos de alimentos.
-
Evitar materiales no aptos: Muchas personas se equivocan a la hora de depositar materiales en sus composteras. Es por eso que, para evitar malos olores e una mala descomposición, es necesario no incluir restos de carne, lácteos, aceites, plantas enfermas, malezas y semillas.
-
Asegurar la humedad y la buena ventilación: Para poder compostar es necesario que haya humedad para que los microorganismos puedan realizar su trabajo. Pero ¡cuidado! no hay que pasarse con la hidratación.
Según detalla el INTI, a nivel general puede decirse que es necesario regar una vez cada 15 días en invierno y cada 7 en verano. Para saber si la humedad es correcta, se puede tomar un puñado de material y apretarlo. Si se produce un goteo de agua entre los dedos, se puede establecer que la humedad es aproximada al 40% y es correcta.
Si existe exceso de humedad, es decir que chorrea mucha agua, será necesario sumar material seco como trozos de cartón, papel, plantas.
En días de lluvia tener en cuenta cubrir la compostera así también como en épocas de calor para evitar que se seque.
Además, será necesario asegurar una buena ventilación que permita el flujo del aire para prevenir la proliferación de microorganismos anaeróbicos que pueden provocar malos olores. -
Mezclar regularmente: Voltear los materiales y revolverlos de forma frecuente es un tip que hay que tener en cuenta para un compost saludable para evitar olores desagradables y que se produzca una descomposición uniforme.
Materiales que se pueden incluir en el compost
Son muchas las personas que dudan en qué se puede incluir en el compost y qué no, te contamos algunas opciones a continuación.
Entre los materiales que puedes incluir directamente en tu compostera se pueden mencionar el café molido, filtros de papel usados, especias que no utilizas o que están viejas o vencidas, residuos de verduras, vegetales quemados en el congelador, bolsas de té usadas, restos de arroz cocido y virutas de lápices.
Además, puedes agregar servilletas de papel, que deberás romper y humedecer antes de depositarlas; frutas que previamente hayan estado en el congelador y las hayas triturado un poco; cáscaras de huevo que deberás romper en pequeños pedazos; cáscaras de frutas que, al ser gruesas, es recomendable depositarlas en pequeños trozos.
Lácteos como leche vieja, helado derretido, queso que pueden agregarse a en pequeñas cantidades, así como esponjas naturales que deberán ser cortadas.
En el caso de recortes de plantas de interior si todavía están verdes deberá sumarse a la pila de húmedos y sino a los elementos secos.
Ahora ya conoces algunos de los trucos para poder llevar a cabo un compost en tu casa. ¿Qué otros tips sumarías?
También te puede interesar: Las hojas secas que caen de los árboles, ¡no son basura!
Fuente: INTI, Guía de Jardinería, Marie Claire