Jengibre: Cómo cultivarlo en tu jardín de forma sencilla

Gripe, fiebre y demás son diversos males que se combaten con productos farmacéuticos. Pero también hay plantas medicinales, como el jengibre, que son sumamente recomendadas para acciones antiinflamatorias y fortalecer el sistema inmunológico. ¿Cómo cultivarlo en tu jardín de forma sencilla?.

El jengibre es una planta medicinal conocida por sus diversos beneficios para la salud. Posee compuestos bioactivos, como el gingerol, que cuentan con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Consumir jengibre puede ayudar a aliviar síntomas de gripe y resfriados, reducir náuseas y optimizar la digestión. Además, su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico lo convierte en el aliado indicado durante los meses fríos.

Cultivar jengibre en el espacio hogareño es un proceso sencillo y gratificante. Para empezar, elegí una raíz de jengibre fresca con brotes visibles y plántala en un suelo filtrado y rico en materia orgánica. Asegúrate de conservarla en un espacio cálido y soleado, regando de forma regular para mantener el suelo húmedo, pero sin encharcar. En aproximadamente 8 a 10 meses, podrás producir tu propio jengibre, excelente para usar en platos o infusiones.

El jengibre es una planta medicinal conocida por sus múltiples beneficios para la salud. (Foto: Pinterest)

¿Cómo cultivar el jengibre en el jardín de forma sencilla?

Agregar un trozo de jengibre en un vaso con agua para que vaya absorbiendo la humedad que necesita para germinar. Dejarlo en ese estado durante 3-4 horas
Sacarlo del recipiente sin secar (se las deja húmedas, no chorreando agua) y guardarlo en una bolsa de plástico por una semana.
Durante este ciclo, le nacerán brotes, estando listos para ser sembrados.
A la hora de elegir una maceta o recipiente, tener en cuenta que el crecimiento vegetativo de este alimento es rastrero, por lo tanto cuanto mayor sea la superficie mejor. Otra alternativa es colocarlo directamente en la tierra. La profundidad no es relevante, con 10-15 cm alcanza. En el fondo del contenedor, hacer agujeros para el drenaje.
Adicionar sustrato o tierra en la maceta y agregarle perluta para favorecer el drenaje.
Ya esta todo listo para sembrar los trozos de la planta terapéutica. Tip: si le salen dos brotes a un trozo, se puede dividir y así obtener más producto.
Colocar los trozos sobre el sustrato, y con cuidado enterrarlos (no cubrirlos de tierra por completo, simplemente “hundirlo” un poco, dejando la mitad por fuera).
El riego es un paso esencial. Debe ser suave y frecuente (cada 2/3 días), evitando mojar los rizomas.

¿Cuáles son los beneficios que tiene para la salud?

Para el mareo y las náuseas: reduce los síntomas asociados al mareo. Resulta muy útil para las náuseas de las embarazadas.
Para el mal aliento: una técnica oriental consiste en usar un pequeño trozo de jengibre encurtido con vinagre para quitar el mal aliento y refrescar la boca después de las ingestas.
Para la digestión: favorece la eliminación de bacterias y otros microorganismos intestinales perjudiciales. Tomar regularmente jengibre ayuda a mejorar la composición de la flora intestinal y ayuda a evitar la aparición de putrefacciones intestinales generadoras de hinchazones abdominales y meteorismo.
Tónico circulatorio: la fusión del estímulo de sudor y del torrente circulatorio induce a mover la sangre a la periferia. Esto lo hace apropiado para la hipertensión o fiebre. Sus propiedades también inhiben la agregación plaquetaria, por lo que contribuye a evitar enfermedades cardiovasculares.
Antioxidante: es rico en antioxidantes, que retrasan el proceso de envejecimiento.
Antiinflamatorio: sus gingeroles, principales componentes activos del jengibre y responsables de su sabor picante, son aceites volátiles con sustancias antiinflamatorias potentes.
Anticancerígeno: los gingeroles también pueden inhibir el crecimiento de células de cáncer colorrectal, como sugieren los resultados de diferentes informes.
Actividad muscular: presenta un alto contenido en magnesio, calcio y fósforo, minerales que participan de forma activa en la contracción del músculo y en la transmisión del impulso nervioso. Constituye, entonces, un remedio útil para combatir espasmos y debilidad muscular.