Llamativa: España celebra el nacimiento de una extraña especie que implica un hito en la historia de la conservación de la fauna en el país. Se trata de la primera cría de un extraño animal en la Península Ibérica. Como informan desde la misma institución, este curioso mamífero llegó al mundo durante la madrugada del sábado 29 de marzo, en torno a las 03:20 horas en 'Bioparc' Fuengirola (Málaga).
La hembra de este animal que se parece a una mezcla entre un cerdo y un oso hormiguero por el aspecto, de nombre Rawa, dio a luz tras 13 largos meses de gestación.
Este hecho se considera "un logro clave dentro de los programas internacionales de conservación", ya que la especie se encuentra en peligro de extinción. Se calcula que no deben quedar más de 2.500 individuos en todo el mundo.
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Animal nacido en España
Hace más de un año desde que este parque malagueño acogió con entusiasmo la llegada de Mekong, un joven macho de la misma especie, que rápidamente se adaptó al entorno y pareció congeniar con Rawa. Efectivamente, después de los entre 390 a 410 días de gestación en cautividad de este mamífero, llegó al mundo un nuevo ejemplar.
Este suceso cobra especial relevancia si se tiene en cuenta que, en la última década, tan solo se registró un total de 24 alumbramientos de este animal en centros de conservación de la naturaleza, incluyendo este. El equipo de Bioparc Fuengirola (Málaga) llevó un monitoreo intenso de la hembra, y documentó en imágenes inéditas el parto de este animal.
En los días previos al alumbramiento, pudieron realizarse ecografías para asegurar que la cría llegaba al mundo en las mejores condiciones y asegurarse de que el parto transcurría sin complicaciones. Se trata de un 'tapir malayo' (Tapirus indicus), y es la primera vez que se registra un nacimiento así en la Península Ibérica.
características
Las cría de tapir malayo suelen pesar entre 8 y 10 kilogramos al nacer, y aunque a esta aún no le han tomado medidas, parece que va ganando peso correctamente. Muestra suficiente agilidad para seguir a su madre, también "responde a sus caricias y continúa amamantándose", como expresó el responsable. Si sigue evolucionando correctamente, "el siguiente paso será su salida al exterior".
Al nacer, los tapires malayos poseen un pelaje marrón oscuro con un divertido patrón de manchas y rayas blancas, lo que les permite camuflarse mejor entre la vegetación de su entorno natural. A medida que van entrando en la etapa adulta, su cuerpo adquiere esa coloración tan característica de los tapires malayos: el tronco blanco y la parte de la cabeza y las patas traseras de un marrón chocolate.
Desde Bioparc Fuengirola indicaron que tanto la cría como la madre permanecerán por el momento en instalaciones interiores hasta que finalice el periodo de cuarentena y puedan garantizar su salud y correcto crecimiento. Así, el parque español reafirmó su papel como referente en la protección y conservación de especies animales amenazadas a nivel internacional.
Fuente: www.msn.com