La Patagonia ha experimentado una ola de frío inusualmente severa en julio, con temperaturas que han alcanzado los -15ºC en algunas áreas. Aunque es invierno en el hemisferio sur, estos registros han superado las expectativas normales para la región.

Impacto visible del frío extremo

El frío extremo ha tenido consecuencias notables: patos congelados en estanques, ovejas atrapadas en montañas de nieve y personal militar distribuyendo alimentos a las personas y al ganado en las zonas más afectadas. Este fenómeno ha sido descrito como inusual por Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago de Chile, quien señala que no es la primera vez que ocurre este año y probablemente no será la última.

¿Cuál es el origen del frío extremo en la Patagonia?

Las bajas temperaturas en la Patagonia y en el Cono Sur de América Latina (incluyendo Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil) se deben a la llegada de aire frío desde la Antártida. Las altas presiones en el extremo sur del continente arrastran aire polar hacia el norte, especialmente cuando el vórtice polar, un cinturón de vientos fuertes que mantiene el aire frío sobre el Polo Sur, se debilita.

"La inusual debilidad del vórtice polar antártico esta temporada aumenta las probabilidades de escapes de masas de aire polar hacia zonas habitadas del hemisferio sur", explica Cordero. Este fenómeno ha provocado la segunda ola de frío en tres meses en la región.

Consecuencias para la temperatura mundial

Según Cordero, es poco probable que las olas de frío polar en la Patagonia afecten el clima global. Más bien, los cambios en el clima mundial podrían haber contribuido a debilitar el vórtice polar antártico, facilitando las olas de frío en el Cono Sur. "Mientras se registraban récords de bajas temperaturas en el Cono Sur, en la atmósfera alta de la Antártida se registraban récords de altas temperaturas", señala.

Australia y Nueva Zelanda también han sido afectadas por este fenómeno. Una estación meteorológica en Queensland, Australia, registró la noche más fría en 120 años el 18 de julio de 2024. Sin embargo, estas olas de frío podrían tener un impacto positivo limitado a nivel local. Los campos de hielo de la Patagonia, que pierden entre diez mil y quince mil millones de toneladas de hielo cada año, podrían ver una reducción en la pérdida de hielo este año debido al frío extremo.

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¿Está el cambio climático detrás del frío extremo?

Algunas investigaciones sugieren que el cambio climático podría estar relacionado con estas olas de frío. Un estudio de 2012 del Centro de Investigación Climática Woodwell en Massachusetts, EE.UU., indicaba que el calentamiento acelerado del Ártico podría afectar las corrientes de aire que controlan el clima, aumentando la probabilidad de fenómenos extremos en latitudes medias, incluyendo olas de frío y calor.

Otro estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en 2021 sugería que el calentamiento del Ártico había contribuido a la frecuencia de inviernos severos en Estados Unidos. Los investigadores encontraron que los cambios en el Ártico podrían modificar el vórtice polar estratosférico, permitiendo que el aire muy frío se desplace hacia el sur.

Debate científico sobre el cambio climático y el frío extremo

Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo. James Screen, catedrático de Climatología de la Universidad de Exeter y colaborador del IPCC, sostiene que el calentamiento del Ártico tiene poco que ver con los fríos extremos en las latitudes medias, atribuyéndolos más a la variabilidad natural que al cambio climático.

Ambos expertos coinciden en que, a medida que aumente el CO2 en la atmósfera, estos inviernos extremos serán menos frecuentes. "En la mayor parte del mundo, los efectos de calentamiento del cambio climático superarán cualquier posible efecto de enfriamiento derivado del cambio de los patrones meteorológicos debido al calentamiento del Ártico", afirma Screen. Cordero también sostiene que "las olas de frío de esta temporada no cambiarán la tendencia hacia el calentamiento en la Patagonia, que es tan evidente como en el resto del mundo".

El frío extremo y el calentamiento global

A pesar del consenso sobre el calentamiento global, los episodios de frío extremo son a veces utilizados por los negacionistas del cambio climático para defender sus argumentos. "Confunden las variaciones meteorológicas a corto plazo con las variaciones climáticas a largo plazo", subraya Screen. "Un único episodio de frío extremo es un fenómeno meteorológico".

Sin embargo, los datos muestran que los episodios de frío extremo han disminuido en frecuencia y severidad en las últimas décadas a nivel mundial. El calentamiento global es una tendencia ascendente en la temperatura global promedio y unas pocas olas de frío, por extremas que sean, no cambiarán esta tendencia.

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