Con el verano europeo en pleno apogeo, la expectativa por los Juegos Olímpicos de 2024 en París está acompañada por una preocupación creciente: se espera que estos sean los Juegos Olímpicos más calurosos jamás registrados.
Contexto climático y riesgos para los atletas
El informe financiado por la Unión Europea indica que el año pasado fue el más caluroso de la historia, con olas de calor abrasadoras en varias partes del mundo, incluida Europa. La mortalidad relacionada con el calor ha aumentado en un tercio en las últimas dos décadas. En este contexto, los atletas deberán enfrentar niveles peligrosos de calor y humedad, poniendo en riesgo su salud en busca de una medalla de oro o un récord mundial.
Christopher Minson, fisiólogo medioambiental de la Universidad de Oregón, afirma que todos los eventos, incluso los de interior, se verán afectados por el calor. El esfuerzo físico y la termorregulación compiten entre sí: los músculos necesitan oxígeno mientras que el cuerpo debe distribuir el flujo sanguíneo para mantenerse fresco. El calor extremo puede causar calambres, náuseas, fatiga e incluso insolación, lo cual puede ser mortal.
Preparativos y entrenamiento de aclimatación
Para enfrentar el calor, los deportistas recurren al entrenamiento de aclimatación semanas antes de la competición. Este entrenamiento implica practicar en habitaciones con calefacción, usar ropa abrigada y visitar saunas para acostumbrar el cuerpo a temperaturas elevadas. Christianne Eason, presidenta del Instituto Korey Stringer, explica que esta preparación es crucial para los atletas de élite que buscan maximizar su rendimiento bajo condiciones extremas.
Durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, Minson trabajó con el maratoniano estadounidense Dathan Ritzenhein, quien se preparó para un día de carrera caluroso y logró un rendimiento excepcional gracias a esta preparación. Sin embargo, el acceso a instalaciones y entrenadores adecuados puede ser desigual entre los atletas, afectando su capacidad de aclimatación y preparación.
Desigualdades en la preparación
Las desigualdades en el acceso a recursos pueden afectar significativamente la preparación de los atletas. Algunos tienen acceso a mejores instalaciones y tecnologías, mientras que otros carecen de recursos básicos como aire acondicionado en sus alojamientos. Donald Rukare, presidente del Comité Olímpico de Uganda, señala que sus atletas se han alojado en habitaciones sin aire acondicionado durante eventos deportivos anteriores, lo que contrasta con sus competidores más ricos que llevan unidades portátiles.
Medidas de seguridad y gestión del calor
Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París han aprendido de experiencias anteriores, como los Juegos de Tokio 2021, que fueron los más calurosos hasta la fecha. Yuri Hakogawa, investigador de ciencias del deporte de la Universidad de Waseda y exasesor del Comité Organizador de Tokio, desarrolló directrices de emergencia específicas para el calor, incluyendo baños de hielo y estaciones para medir la temperatura central de los atletas.
Estas medidas de seguridad se implementarán en París para proteger a los competidores. La Villa de los Atletas se refrigerará mediante tuberías de agua bajo el suelo, manteniendo las habitaciones 4.5 °C más frescas que el exterior. Sin embargo, debido a las quejas de algunos países, se instalarán 2500 unidades de aire acondicionado temporales, a pesar del impacto en la huella de carbono del evento.
Impacto del calor en el rendimiento y el bienestar
El calor puede erosionar el rendimiento atlético de maneras sutiles. Las noches cálidas pueden alterar el sueño, afectando el estado de ánimo, el tiempo de reacción y la agudeza mental. Los deportes basados en partidos, como el hockey sobre hierba y el tenis, ven más errores tácticos si los jugadores están demasiado cansados para pensar con rapidez. Incluso los árbitros pueden cometer errores bajo un calor sofocante.
La presión para ganar puede llevar a los atletas a llevar sus cuerpos más allá del límite, aumentando el riesgo de lesiones por calor. Las noches más cálidas también pueden interrumpir el sueño, lo que afecta negativamente el rendimiento y la recuperación.
Adaptaciones futuras y sostenibilidad
A medida que las temperaturas globales continúan aumentando, es posible que los formatos y las reglas de las competiciones deportivas necesiten adaptarse. La Copa del Mundo de Fútbol de 2014 en Brasil introdujo pausas para beber agua después de 30 minutos de juego, y en 2022, las distancias de las pruebas de triatlón en Nueva York se redujeron a la mitad debido al calor extremo.
Eason y Minson sugieren que el Comité Olímpico Internacional podría considerar trasladar los Juegos a fechas más tardías, como el otoño, o a países del hemisferio sur. A medida que el cambio climático avanza, estas discusiones se volverán cada vez más relevantes para garantizar la seguridad y el bienestar de los atletas.
En resumen, los Juegos Olímpicos de 2024 en París representan un desafío significativo debido al calor extremo. La preparación adecuada, las medidas de seguridad y la consideración de las desigualdades en los recursos son esenciales para proteger a los atletas y permitirles rendir al máximo de sus capacidades.
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