Postrecitos Lemon Glow: mínimo esfuerzo, máximo placer- estas pequeñas delicias de limón crean una experiencia mágica con casi nada de esfuerzo. La mezcla se transforma en el horno, separándose en una corteza suave con un centro cremoso de crema que sabe a puro sol. Cada bocado regala el equilibrio ideal entre el limón ácido y un dulzor sutil que permanece en el paladar.

¿Por qué te van a encantar?

  1. Se forma su propia base al hornearse – no necesitás estirar masa ni prehornearla.
  2. Lleva ingredientes simples que probablemente ya tengas en casa.
  3. El equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido que le gusta a todo el mundo.
  4. Lucen elegantes aunque el esfuerzo sea mínimo.

Qué vas a necesitar

Cada bocado regala el equilibrio ideal entre el limón ácido y un dulzor sutil que permanece en el paladar. (Foto: Pinterest)
Cada bocado regala el equilibrio ideal entre el limón ácido y un dulzor sutil que permanece en el paladar. (Foto: Pinterest)

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  • Manteca sin sal: Derretida, da riqueza y ayuda a formar la corteza. Que no esté caliente.
  • Azúcar común: Equilibra la acidez del limón. Probé con menos, pero la cantidad completa da mejor sabor.
  • Harina común: La justa para darle estructura sin que queden pesadas. Durante el horneado forma mágicamente una base delgada.
  • Huevos grandes: Dan esa textura tipo flan y ayudan a que cuaje. A temperatura ambiente mezclan mejor.
  • Leche entera: Da una textura cremosa. La grasa importa – las leches bajas en grasa no dan el mismo resultado.
  • Jugo de limón fresco: La estrella del postre. Usá jugo natural, el embotellado no se compara.
  • Ralladura de limón: ¡No la saltees! Contiene aceites esenciales que intensifican el sabor.
  • Extracto de vainilla: Suaviza la acidez del limón. Si podés, usá extracto real.
  • Sal: Un toque mejora todos los sabores y equilibra el dulzor.
  • Azúcar impalpable: Para espolvorear al final y dar ese toque de pastelería.

Preparación previa

  1. Precalentá el horno a 180 °C: engrasá ligeramente tu molde para muffins o usá pirotines. Un spray de aceite va perfecto. Asegurate de que la rejilla del horno esté en el centro.
  2. Mezclar la base: en un bol, batí la manteca derretida, el azúcar y la harina hasta integrar bien. Se verá un poco granulada pero debe estar bien combinada.
  3. Agregar los huevos: añadí los huevos de a uno, batiendo bien después de cada uno. Esto incorpora aire y evita grumos. La mezcla se vuelve más ligera y homogénea.
  4. Incorporá la leche, el jugo y la ralladura de limón, la vainilla y la sal. Batí todo hasta obtener una mezcla líquida y suave. El aroma va a ser increíble – cítrico y con toques de vainilla.
  5. Distribuí la mezcla en los moldes llenando hasta ¾ de su capacidad. Horneá por 22 a 25 minutos, hasta que estén apenas doradas arriba y el centro esté firme pero con una leve oscilación.
  6. Dejá enfriar en el molde por 10 minutos. Luego pasalas a una rejilla hasta que se enfríen completamente. Antes de servir, espolvorealas con azúcar impalpable para darles un toque elegante que está a la altura de su sabor.