Después de que Trump se retirara de los Acuerdos de París hace un año, y ahora que más naciones han elegido representantes conservadores y a veces de ultraderecha, la lucha contra el calentamiento global se encuentra en más peligro que nunca. No sólo el planeta está llegando a un punto del que parece imposible salvarla, sino que las personas a cargo de limpiar el desastre, como ciertos políticos, se atreven a relativizar el problema.
El dicho de que cada grano de arena cuenta puede debatirse seriamente ahora, pues las industrias son las que más contaminan, pero sin duda, en una época en la que el activismo debe ser cuestión de todos –o sea, debemos presionar a las personas correctas a que firmen acuerdos como el Tratado de París–, las acciones individuales son más importantes que nunca, por lo que sacar el plástico de tu vida se ha convertido en algo urgente.
Deja de usar bolsas de plástico
Después de dejar de usar popotes, esto es lo más sencillo y lo que muchos están haciendo. Hay lugares en los que ya no te dan bolsas de plástico tras comprar en el supermercado o tienda de autoservicio. Intenta seguir el ejemplo incluso si donde vives la práctica continúa. Lleva bolsas de tela o simplemente carga tus productos.
No compres alimentos empaquetados
Cada vez son más las tiendas de granel que venden cosas como arroz, granos, pasta, té y mucho más sin necesidad de llevarlas en plástico. La dinámica es simple, lleva tu recipiente –de preferencia de vidrio–, pesa el alimento que te llevarás en él, paga y disfruta de tener alimento que no requirió de un proceso de empaquetamiento para llegar a ti. Además, usualmente estos lugares impulsan la labor de comunidades pobres al llevar su trabajo a tu cocina.
Di no al fast fashion
El poliéster tiene mucho plástico aunque no lo creas. Invertir en ropa natural, además de ayudar al medio ambiente, contribuye a la lucha por los derechos humanos, pues muchas niñas, sobre todo en Asia, viven como esclavas creando productos que aquí la gente consume y deshecha en tiempo record.
Carga con tus recipientes
No solo lleves un termo o cantimplora para el agua. Si tienes un antojo en la calle, un helado, por ejemplo, lleva un pequeño recipiente en el que lo puedan servir. Aunque muchos creen que la gente los verá raro, los experimentos han demostrado que a la gente realmente no le importa y de esa forma disminuyes de manera drástica tu consumo de plástico.
Recicla
Recicla, reduce y reutiliza. Son los preceptos básicos y que hoy debería ser el mantra de todos. Usa el menos plástico posible y reúsalo siempre que puedas. Te sorprendería la cantidad de cosas que puedes hacer con objetos que antes tirabas a la basura cuando dejaban de servir para su función principal.
Después de todo, el planeta aún tiene esperanza, pero está en todos nosotros impulsar leyes que cambien el destino que nos acerca al abismo.
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