Vamos a intentar explicar esto de una forma lo más simple posible: Nuestro cerebro es muy vago y busca mantenernos con vida tomando el camino más corto.
De los más de 60.000 pensamientos que tenemos al día, un porcentaje muy mínimo es consciente. Lo importante es comprender que nuestros pensamientos dictan nuestras acciones, y que en su mayoría las hacemos guiadas por nuestro inconsciente. Por más que desde nuestra plena consciencia hayamos decidido hacer un cambio, el tiempo que tenemos para decir antes de que decida nuestro inconsciente es demasiado corto antes de que caigamos en viejos hábitos.
Dicho esto, hay varias estrategias que podemos usar para lograr un cambio exitoso en nuestra vida:
1. Encontrar el para qué
El ‘para qué’ es la primer pieza clave que debemos conocer para poder recordarnos cuál es la motivación detrás del objetivo al que queremos llegar.
2. Poner objetivos FÁCILES de cumplir
No importa que tu meta final sea correr una maratón, si no empezás de a poco lo más probable es que te frustres al corto tiempo. La meta, tiene que ser tan simple que incluso en los días que no tengas fuerzas puedas llevarlo a cabo.
Lo que logra el cambio es la repetición, avanzar un poco todo los días, por más mínimo que parezca.
3. Definir una estrategia
En este punto, se trata de establecer el cómo, cuándo y dónde. Siguiendo con el ejemplo anterior, no sirve decir “quiero empezar a correr”, necesitas armar un plan que te permita hacer tiempo para esa actividad que te gustaría sumar en tu vida.
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Y, otra vez, hacelo lo más fácil posible.
El libro Atomic Habits nos habla de una estrategia de hábitos enlazados. Es decir, si tu objetivo es leer todas las noches, lo que nos plantea es que lo pongas justo después de otro hábito que ya haces actualmente, por ejemplo, inmediatamente después de meterte en la cama.
Para que realmente se transforme en un hábito tenés que repetirlo la mayor cantidad de veces posibles para que se forme una conexión neuronal, y ya lo hagas sin siquiera pensarlo. Para esto, es importante enamorarte del proceso: si querés correr convertite en un corredor, hacelo tu identidad y se va a transformar en una parte tuya.
¿Qué quiere decir hacerlo tu identidad?
Eso mismo, si tu objetivo es correr por las mañanas 15 km por ejemplo, tu plan debería estar orientado a irte a dormir a un horario donde puedas levantarte temprano para eso, donde tu alimentación te de la energía necesaria para lograr tus objetivos.
Otra vez, es importante hacer un proceso gradual. Como seres humanos tenemos la mentalidad de que ‘es a todo o nada’ y que si nos ponemos un objetivo vamos a querer hacer cambios drásticos de un dia para otro, y es por eso mismo que no logramos mantener lo que queremos incorporar.
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Otro ejemplo a tener en cuenta es que si hoy te estás despertando a las 9am, no esperes de un día a otro levantarte a las 6am y poner en marcha tu cuerpo, sino más bien comenzar por levantarte 8.30am y así, muy paulatinamente, bajando el horario.
Un tip extra es: encontrá tu tribu.
Anotate en un club de corredores o fijate si en tu grupo de amigos hay alguien que esté interesado en lo mismo. Si encontrás un grupo que tenga el mismo interés que vos, es mucho más posible que logres tu objetivo, a que si tu círculo hace todo lo contrario.
¡Te invitamos a poner en práctica estos consejos y lograr los cambios que necesitas en tu vida!