Alerta: ¿Cómo prevenir la enfermedad de Lyme y la leishmaniosis en perros?. Con el aumento de las temperaturas, también se incrementan los casos de perros afectados por infecciones como la leishmaniosis o la borreliosis canina, conocida comúnmente como enfermedad de Lyme."
Con la llegada del otoño y las variaciones de temperatura, se mantiene activa la presencia de parásitos como mosquitos, garrapatas y pulgas. Esto representa un riesgo importante para los animales de compañía, ya que pueden contraer enfermedades graves si no se toman las precauciones adecuadas.
Ante cualquier síntoma o cambio en el comportamiento de tu perro, es fundamental consultar con un veterinario de inmediato. Cuanto antes se diagnostique una enfermedad parasitaria, mayores serán las probabilidades de éxito en el tratamiento.
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patologías internas de alto riesgo
Una de las infecciones internas más peligrosas es la generada por los gusanos del corazón (Dirofilaria immitis), que se alojan en el órgano cardíaco y los pulmones del can, afectando su sistema cardiovascular. Esta dolencia puede ser mortal si no se detecta y trata a tiempo.
Pero no es la única amenaza. La leishmaniosis —transmitida por la picadura de flebótomos— y la enfermedad de Lyme, provocada por bacterias que ingresan al organismo a través de la mordida de una garrapata infectada, son dos afecciones que requieren especial atención. Ambas pueden provocar síntomas crónicos y complicaciones si no se diagnostican a tiempo.
Guía para prevenir parásitos y enfermedades en tu mascota
- Uso regular de antiparasitarios externos: collares, pipetas o comprimidos que actúan contra garrapatas, mosquitos y pulgas.
- Evitar paseos en zonas con alta concentración de insectos al amanecer o al atardecer, que es cuando más actividad tienen.
- Revisar el pelaje del perro después de cada paseo para detectar garrapatas o heridas sospechosas.
- Consultas veterinarias periódicas y análisis preventivos para detectar infecciones antes de que avancen.
Principales síntomas a tener en cuenta
- Fiebre, apatía, pérdida de apetito y peso: estos son signos generales que pueden reflejar una infección parasitaria en tu perro. La fiebre es una reacción del cuerpo ante la presencia de parásitos, mientras que la apatía o letargo se deben a la energía extra que el sistema inmunológico debe gastar para combatir la enfermedad. La pérdida de apetito y peso es otro síntoma común cuando los parásitos afectan al organismo de tu mascota.
- Cojera intermitente (en el caso de la enfermedad de Lyme): las garrapatas son vectores de la enfermedad de Lyme, que puede causar cojera repentina en uno o más de sus miembros. Este síntoma suele ir acompañado de dolor y puede afectar la movilidad del perro, especialmente si no se recibe tratamiento adecuado.
- Lesiones cutáneas, inflamación ocular o crecimiento anormal de las uñas (típico de la leishmaniosis): la leishmaniosis es una enfermedad parasitaria transmitida por mosquitos que afecta principalmente a la piel y los órganos internos. En su forma más común, los perros desarrollan úlceras, heridas o lesiones cutáneas, especialmente alrededor de los ojos y las patas. Además, se puede observar inflamación ocular y cambios en el crecimiento de las uñas, que se vuelven más gruesas o deformadas.
- Tos persistente y dificultad para respirar (posibles signos de dirofilariosis): la dirofilariosis, conocida como gusano del corazón, es una infección grave transmitida por la picadura de un mosquito. Los perros infectados pueden mostrar tos persistente, fatiga, y dificultad para respirar debido a los gusanos que se alojan en el corazón y los pulmones. En casos avanzados, puede llevar a insuficiencia cardíaca y otros problemas respiratorios graves.