Conoce cuáles son los hábitos que te roban energía y aprende a luchar contra ellos

La energía es un recurso precioso que todos tenemos que saber regular y proteger para rendir al máximo en nuestro día a día. Sin embargo, existen algunos hábitos que nos drenan emocional, mental y físicamente. A veces nos damos cuenta de sus efectos, pero otras veces no logramos notarlo.

Estas son siete de esas costumbres que nos roban energía. Seguro todos hemos adoptado alguna de ellas a lo largo de nuestras vidas, pero deberías saber que todas ellas tienen efectos negativos. A continuación te explicaremos por qué y te diremos cómo puedes evitarlos. ¡Conocerlos te ayudará a mantenerte alerta!

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No cuidar tu salud

Parece algo obvio, ¿no es cierto? Sin embargo, nuestra salud es algo que solemos dejar de lado ante las obligaciones del día a día.

A veces no notamos que el estrés y otras situaciones en las que terminamos metidos (ya sea por nuestros propios hábitos o por cualquier otra razón) nos afectan emocional y físicamente, por lo que debe haber una prioridad constante sobre nuestro bienestar.

Dedica un tiempo en tu día a día a meditar, respirar, hacer ejercicio, escuchar a tu cuerpo y eliminar las toxinas que le sobran. Ayúdate adicionalmente con una buena alimentación y con bebidas naturales, comidas orgánicas y frescas.

Evitar afrontar adversidades

No es fácil plantarle cara a los problemas más serios de nuestra vida. Hacerlo requiere de madurez y carácter, pero es un trago amargo que es necesario.

Si hay algo que te molesta, exprésalo y aléjalo de tu vida. No te quedes esperando, porque tú mismo decidirás cómo quieres vivir tu vida. Lo mejor que puedes hacer es asumir la situación.

No es un juicio contra nadie, porque algunas personas se enfrentan a verdaderas tragedias y navegar sus complejidades es sumamente difícil, pero aceptarlas es parte de crecer y debemos hacerlo.

Tener deudas

La gran mayoría de las personas del mundo tiene, ha tenido o tendrá problemas financieros en algún momento de sus vidas, así que esto no es un juicio contra el carácter de nadie. Pero debes saber que definitivamente hay maneras de evitar caer en la deuda.

Las cuentas sin pagar nos atan y minan la confianza que los demás pueden tener depositada en nosotros. Así, si quieres que te paguen lo que te deben, procura hacerlo tú también.

Algo que podemos hacer para evitar endeudarnos es no vivir por encima de nuestros medios, ser realistas con nuestro presupuesto y adherirnos a sus límites. Si en cambio, se trata de deudas que hay que adquirir de emergencia por algún imprevisto, el problema es mucho más complejo y no hay una única solución. Todos los casos son distintos.

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Tener una vida desorganizada

Tanto de forma metafórica como literal. Puede que seamos personas desordenadas y no veamos ningún problema en tener montañas de carpetas sobre nuestros escritorios, o tener un ropero caótico, pero debemos considerar si eso afecta nuestra vida diaria de alguna forma negativa. Tratemos de recoger y organizar nuestro hogar. Los espacios desordenados definitivamente roban energía y es mejor evitarlos.

En cuanto a tomar decisiones importantes, date un tiempo para reflexionar. Debes actuar en el momento preciso, dirigir toda tu energía en tu objetivo y no parar hasta conseguirlo.

Consumir tiempo en cosas que no te enriquecen

Todos podemos darnos el lujo de dedicar un poco de tiempo a algo que, a largo plazo, es irrelevante, pero debemos pensar a gran escala y considerar cuánto de lo que hacemos tiene un aporte positivo en nuestra vida o la de nuestros seres queridos. Elimina, en la medida de lo posible, aquellas tareas que no aportan nada en tu vida y dedica tu tiempo a hacer las que sí disfrutas verdaderamente.

Muchas veces, perdemos el tiempo en nimiedades que roban la energía y abandonamos lo que de verdad es importante: hacer lo que nos gusta.

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Nunca decir “no”

Lo sabemos, es incómodo, no quieres decepcionar a alguien o arriesgarte a que reaccione mal (lo cual no necesariamente sería tu responsabilidad, si actuaste de forma razonable). Pero, hay que aprender a decir que no cuando corresponde.

Si es inconveniente o teníamos planes distintos, no deberíamos desviarnos y cancelar compromisos que hicimos con otros o nosotros mismos solo por miedo a rechazar a alguien.

Relacionarte con personas equivocadas

Las personas tóxicas existen. De hecho, son mucho más reales de lo que muchos quisiéramos, por lo que debemos aprender a reconocerlas y mantenerlas a una distancia a la que no puedan influir negativamente en nuestras vidas. No es cuestión de ser groseros con ellos, porque entonces puede ser que se reviertan los papeles.

Hay que encontrar un equilibrio entre ayudar a tus amigos y familiares, y rodearte de personas positivas, evitando las tóxicas.