4. Empiezas a cocinar
Los alimentos cocinados con nuestras propias manos son más saludables, sabrosos y beneficiosos para el cuerpo que los de un restaurante o que la comida para llevar. Si bien puede que inicialmente no te guste el sabor o no encuentres el tiempo para hacerlo, con la práctica irás mejorando y podrás comenzar a preparar recetas un poco más avanzadas.
Al principio, puedes cocinar solo los fines de semana y poco a poco ir incorporando tus sabores favoritos.