Ciertamente las redes sociales tienen un alto impacto mundo actual. Tanto que podríamos decir que estamos en la era de las redes sociales. Gracias a las redes sociales, es posible darse a conocer, tener contacto con cualquier persona en cualquier lugar del mundo, compartir contenido de interés y mucho dirían que tener una voz.
Este gran impacto ha generado un cambio en el marketing y han surgido lo que ahora se conocen como los influencers. Es reconocido que las grandes empresas y marcas hacen uso de las redes sociales y de los influencers para dar a conocer sus productos y llegar al público que desean. Sin embargo, hay mucha maquinaria detrás de las publicaciones patrocinadas de los influenciadores; tanto que ha provocado que mucho se pregunten “¿Hasta dónde es real o alcanzable?”
Detrás de las publicaciones patrocinadas
No es un secreto que las redes sociales les ofrecen a los usuarios la posibilidad de colocar filtros en las publicaciones. Esto genera una percepción poco real de lo que se presenta en las redes sociales; sobre todo cuando se trata de una publicidad patrocinada, pues no representa realmente lo que ofrece el producto. Por esta razón, desde Inglaterra ha surgido una prohibición que resulta bastante controversial.
Advertising Standards Authority (ASA), el organismo de autocontrol publicitario británico, ha establecido la prohibición del uso de filtros en las publicaciones de influencers y de marcas de cosméticos. La motivación para establecer esta prohibición puede considerarse bastante poderosa; la organización apunta que esto puede considerarse como publicidad engañosa.
Si se da el caso que esta prohibición se violara, el organismo le advertirá al usuario de la cuenta que debe borrar la publicación.
Una iniciativa polémica
Lo cierto es que esta prohibición no surgió desde el propio seno de la Advertising Standards Authority (ASA), sino que se trata de una campaña surgida en Inglaterra como #filterdrop y liderada por una usuaria llamada Sasha Pallari. El blanco de la campaña fue la marca Paris; sin embargo, hizo gran revuelo, pues es una verdad a voces que las marcas hacen todo lo posible por vender una idea de perfección irreal.
La campaña no fue delicada. Pallari esgrimió a los influencers como estafadores. Así mismo, señaló las consecuencias que este tipo de publicaciones tiene en los usuarios y sobre todo en los más jóvenes. Es bien conocido que los influencers representan modelos en para los jóvenes, que al no poder alcanzar el estereotipo instaurado se sienten decepcionados y poco contentos con su aspecto.
Pallari se comunicó con la ASA y después de año y medio de lucha consiguió la prohibición que deseaba. Ahora, muchos usuarios ven con buenos ojos esta iniciativa prohibitiva, que busca mejorar la percepción de las personas.
Desde otros países también se han tomado ciertas medidas, aunque más suaves. Por ejemplo, algunas marcas de gran renombre en España, como por ejemplo Maybelline, L’Oréal Paris y Nyx; han reconocido que tutelan de manera activa a los influencers que escogen como patrocinios.