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La famosa y aclamada película de 2004, El efecto Mariposa, comienza con una premisa desconcertante:
"El aleteo de una simple mariposa puede provocar un tifón al otro lado del mundo"
Aunque parezca un poco exagerado, la cita ilustra de forma concisa una realidad que todos vivimos a diario: pequeños cambios en las etapas iniciales de una situación o circunstancia pueden llevar a consecuencias significativas en las etapas posteriores del proceso.
Existe un proverbio alemán que ha llegado a nuestros días desde el siglo XIII, y que ilustra la misma idea, pero de forma distinta: "por falta de un clavo".
Según este proverbio, la falta de un único clavo en la herradura de un caballo puede llevar a la caída y pérdida del caballo, luego a la pérdida del jinete, a la pérdida de la batalla, y como resultado, a la pérdida del reino entero. Todo, por falta de un clavo.
Esta y otras ideas nos recuerdan que variaciones pequeñas y relativamente fáciles de modificar en un principio, pueden llevar a consecuencias impredecibles en el futuro. Esa es la esencia del "efecto mariposa", una noción de origen científico que tiene más aplicaciones cotidianas de lo que muchos imaginamos.
Estas nociones se reflejan en la película de 2004, donde un joven aprende que puede viajar al pasado al leer los diarios que escribió cuando era adolescente. El protagonista decide viajar hacia atrás y cambiar un hecho traumático, pero el pequeño cambio tiene consecuencias inesperadas.
Como resultado, decide viajar otra vez al pasado y tratar de corregir los nuevos errores, pero cada vez que lo hace termina creando un nuevo futuro imperfecto, y cae en un círculo vicioso que amenaza la vida de sus seres queridos y su propia estabilidad mental.
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Es posible que alguna vez hayas escuchado de la "teoría del caos", el estudio matemático de sistemas que son muy sensibles a las condiciones iniciales. Es decir, un pequeño cambio al principio puede cambiar por completo el resultado final.
Esta idea puede fácilmente aplicarse a las realidades de nuestro día a día, como el clima, el comportamiento del tráfico de vehículos en una ciudad, etc. Aunque la noción tiene un origen más antiguo, las mecánicas modernas del estudio del caos provienen de los trabajos de Edward Lorenz, cuya influencia ha sido invaluable en el estudio de la predicción del clima, entre otros campos.
Como se mencionó anteriormente, este campo matemático tiene influencia en otras áreas de la vida. El escritor científico John Gribbin considera que las personas somos uno de los sistemas más sensibles de este mundo, y más durante un periodo muy concreto de nuestra vida: la infancia.
Un giro inesperado en nuestro periodo infantil puede tener consecuencias completamente impredecibles a largo plazo, ya sean positivas o negativas. Un encuentro súbito, la ausencia o presencia de una persona crucial para nosotros, entre otros eventos, pueden marcar el resto de nuestra vida.
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En vista del poder que tenemos para causar consecuencias inesperadas, podemos tomar una serie de medidas para aprovechar al máximo nuestra capacidad de influenciarnos a nosotros y a quienes nos rodean:
- Habla clara y directamente, evita los malentendidos antes de que ocurran
- Trabaja tu atención, está presente en tu vida
- Sé amable con los demás y contigo mismo
- Disfruta de pequeños placeres a lo largo del día
- Haz pequeños gestos positivos por los demás sin esperar nada a cambio
- Detente a pensar por unos segundos cuando estás enfadado
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Pequeñas acciones como estas, pequeños aleteos de mariposa, pueden tener efectos inesperados. La mayoría de ellos serán, con suerte y con esfuerzo de tu parte, sorpresas placenteras.
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