En el último tiempo, ha crecido la demanda de agua de mar sin tratar para consumo diario. Quienes la beben, afirman que los minerales presentes en el agua de mar natural pueden tener beneficios que contrarresten los efectos negativos de la alta concentración de sal.
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Una de las caras más visibles de esta tendencia es Rafael Nadal, el tenista español, que en 2015 fue visto durante un partido bebiendo ampollas con agua de mar.
Beneficios del agua de mar
Entre los efectos que se le atribuyen al agua de mar, se encuentra su capacidad de reducir el peso, mitigar la ansiedad y restituir minerales esenciales. Esto último es principalmente importante para los atletas de alto nivel, ya que los ayuda a evitar calambres y lesiones.
Además, según afirman quienes promueven su consumo, el agua de mar contiene nutrientes como carbohidratos, grasas, proteínas, hidrogeno, nitrógeno, oxigeno, magnesio, manganeso, calcio, hierro, fosforo, flúor, cobre y yodo.
Además, contendría macronutrientes y micronutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo, siendo considerada un agua nutritiva y orgánica.
La tendencia ha ganado tantos adeptos que se ha empezado a comercializar agua de mar embotellada en ciertos países del mundo, como Japón y España. Una empresa española, Laboratorios Quinton, es la proveedora de agua de mar para Rafael Nadal.
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“Este complemento proporciona todos los electrolitos necesarios y ayuda al cuerpo a mantenerse correctamente hidratado, así como a evitar lesiones y reducir el periodo de recuperación”, explica Francisco Coll, director general de los Laboratorios Quinton.
Sin embargo, todos estos beneficios que se le atribuyen al agua de mar no han sido comprobados todavía.
Posibles riesgos
Si bien no se ha corroborado la efectividad del agua de mar como fuente de minerales y nutrientes, lo que sí está muy bien documentados son sus efectos negativos sobre nuestro cuerpo.
Cuando los humanos beben agua de mar, sus células absorben agua y sal. Si bien los humanos pueden ingerir de forma segura pequeñas cantidades de sal, el contenido presente en el agua de mar es mucho mayor del que puede procesar el cuerpo humano.
Si bien las células vivas dependen del cloruro de sodio para mantener el equilibrio químico y las reacciones del cuerpo, demasiado sodio puede ser mortal.
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Los riñones humanos solo pueden producir orina menos salada que el agua que acaba de consumir. Por lo tanto, para eliminar el exceso de sal, debes orinar más agua de la que bebiste. Por lo tanto, si consumimos demasiada agua de mar, podríamos sufrir de deshidratación.
La idea del consumo de agua salada proviene del francés René Quinton, quien a finales del siglo XIX y principios del XX experimentó con mezclas de agua marina y agua destilada. Así, desarrolló un suero inyectable que aplicó como remedio para el cólera. Al principio tuvo buena acogida, pero más tarde se prohibió porque tenía más contraindicaciones que beneficios.
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