El Santuario de la Mariposa Monarca en riesgo debido al calentamiento global, que representa una grave amenaza para esta especie en México, un lugar fundamental para la supervivencia de esta especie emblemática.
La mariposa monarca es un insecto conocido por su impresionante migración anual, recorriendo hasta 4,000 kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hasta los bosques de oyamel en México, donde hibernan. Sus alas anaranjadas con bordes negros y puntos blancos las hacen inconfundibles, y su ciclo de vida depende del algodoncillo, una planta esencial para su reproducción y alimentación. Además, tienen un rol crucial como polinizadoras y son un indicador de la salud de los ecosistemas.
Es considerada una especie "bandera", lo que significa que su salud y supervivencia reflejan el estado general del medio ambiente. Si atraviesan dificultades, es una señal de que los ecosistemas que dependen de ellas, como los bosques de oyamel y las praderas llenas de algodoncillo, también están en peligro. Por lo tanto, su conservación ayuda a proteger un amplio rango de biodiversidad.
El Santuario de la Mariposa Monarca en riesgo debido al calentamiento global
El calentamiento global impacta de forma directa su hábitat y migración. Cambios en los patrones climáticos, como tormentas invernales extremas y temperaturas más cálidas en el Santuario, ponen en riesgo su supervivencia durante el invierno.
Asimismo, el aumento de sequías dificulta la disponibilidad de algodoncillo, y las alteraciones en los ecosistemas pueden desorientarlas o desfasar el ciclo de florecimiento de las plantas que necesitan. La deforestación, aunque no está directamente asociada con el cambio climático, reduce la cobertura necesaria para protegerlas durante su hibernación. Además, fenómenos extremos como huracanes y lluvias intensas destruyen zonas cruciales en su tránsito.
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Otras amenazas
También existen riesgos que incluyen el uso masivo de pesticidas y herbicidas en Norteamérica, que elimina las plantas de algodoncillo, y la pérdida de hábitat debido a la urbanización y la expansión agrícola. Los cambios climáticos también alteran los ciclos migratorios, lo que puede hacer que las monarcas no lleguen a sus destinos tradicionales.
Protegerlas es esencial por su papel ecológico como polinizadoras, su valor cultural en México, y porque su declive refleja problemas ambientales globales. Abordar el calentamiento global y preservar sus hábitats son pasos clave para garantizar la continuidad de este fenómeno natural excepcional.