La contaminación de los océanos y la crisis ambiental en general se agravan ante nuestros niveles de consumo y descarte. Para visibilizar esta problemática y generar conciencia, cada vez más artistas crean sus obras a partir de basura.
La colombiana Andrea García es una de ellas. Tapas de aluminio y botellas plásticas son la base de las obras que forman parte de su exposición “Tejidos Urbanos”.
Luego de 10 años de recolectar los desechos que ella misma generaba, decidió transformarlos en una obra de arte. A través de ella, busca generar conciencia no solo sobre el cuidado del ambiente, sino también sobre el hecho de que no siempre es necesario actuar de acuerdo con lo establecido.
“En la actualidad, así como se bota una botella plástica o una lata de cerveza, se obliga a las personas a actuar según lo que la sociedad espera de ellas, lo que se debe hacer y lo que no”, asegura la artista. Pero para ella, lo único que se logra de esa forma es reducir la experiencia humana a esas directrices y se pierden muchas experiencias por no salir del patrón establecido.
Una “oleada de conciencia”
La artista Mónica Casella exhibió la obra "Oleada de conciencia" en Bioferia, el encuentro de sustentabilidad y consumo responsable más grande de Argentina.
La obra consiste en una instalación de cinco olas en su cumbre de rompiente, realizadas con botellas de PET 100% recuperadas. Cada una representa uno de los cinco océanos de nuestro planeta.
“Habitar las olas, recorrerlas, encontrar en la instalación los elementos que son desechos de nuestra propia cotidianeidad, en realidad permite descubrirnos a nosotros mismos en una actitud insostenible de consumo y descarte”, indica la artista.
Arte en las costas mexicanas
Alejandro Durán, un artista mexicano, utiliza la costa caribeña de México como instalación de su proyecto Washed Up.
Para realizarlo, Durán reutilizó desechos plásticos de más de 55 países y territorios de todo el mundo que llegaron arrastrados por el mar a la costa de Sian Ka’an, una de las mayores reservas protegidas de su país natal, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
A través de estas instalaciones, el artista busca reflejar la realidad de nuestro ambiente: la colonización por parte del consumismo. “El objetivo del nuestro proyecto es no solo transformar las costas que ya están contaminadas en algo artístico y atractivo, sino generar conciencia y un cambio en nuestra relación con el consumo y la basura”, asegura.
Reciclar los diarios de ayer
Para muchas personas, los diarios viejos se usan para prender un fuego o envolver huevos. En muchos casos, acaban directamente en el cesto de los reciclables. Pero para Chie Hitosuyama, son un material de trabajo. La artista japonesa los convierte en esculturas de animales.
Su proyecto llamado “Paper Trails” está conformado por obras realizadas con páginas de periódico que son mojadas, enrolladas, retorcidas y pegadas.
Desde monos japoneses, hasta lagartos, zorros o rinocerontes, su obra se basa principalmente en la recreación de animales, porque “en la historia del arte no han sido representados con el mismo cariño y cuidado que los humanos”.