El fenómeno La Niña ha regresado por segunda vez consecutivamente. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) emitió el jueves un anuncio acerca del fenómeno climático. Mundialmente, ha sido el causante de fuertes inviernos e importantes sequías. El retorno de La Niña significa un período de efectos y variaciones en el clima de América Latina a lo largo de varios meses.
De acuerdo con la NOAA, después de atravesar una etapa equilibrada en términos atmosféricos a comienzos de año, La Niña se acentuará en las siguientes semanas. Empezará a debilitarse en la primavera de 2022, lo que podría impactar en la temporada de lluvias, de huracanes y en el invierno boreal.
Aunque, por lo general, las señales de activación de La Niña empiezan a ser detectadas en el verano boreal. Ahora, al igual que en 2017, La Niña empezó a manifestarse a inicios del otoño.
¿Qué es La Niña?
Para comprender el significado de La Niña es importante detallar el fenómeno donde se desarrolla: El denominado evento ENOS o El Niño - Oscilación del Sur. El Niño es un modelo climático que genera una disminución de los vientos alisios en el hemisferio sur del Pacífico. Estas corrientes desplazan las aguas superficiales desde las costas hacia el océano. Lo que provoca que el agua fría de las profundidades emerja en ese punto.
Una vez los vientos alisios son debilitados termina el proceso. El agua caliente se acumula e incrementa la superficie marina en la costa de Perú y Ecuador. No obstante, cuando los vientos alisios surgen con bastante fuerza ocurre un proceso distinto. En este se fortalece la subida del agua fría en la zona ecuatorial y la temperatura del mar es más baja de lo normal, iniciando así la manifestación del fenómeno de La Niña.
¿Cómo afectará a América Latina?
Generalmente, la manifestación de La Niña ocurre de dos maneras distintas en América Latina: Lluvias fuertes, incremento del caudal en ríos e inundaciones. Esta etapa suele presentarse en países como Colombia, Ecuador y al norte de Brasil. Mientras que la etapa de sequía se presenta en Perú, Argentina, Bolivia, Chile y al sur de Brasil.
Algunos de estos últimos países experimentan desde el año pasado una importante sequía, que ha tenido impacto en los cultivos y en la generación hidroeléctrica. Sin embargo, al noreste de América del Sur han sucedido deslaves en distintos países. En otros, como Colombia las represas están en un 86% de su capacidad.
En México, las autoridades meteorológicas indican que la activación de un nuevo evento puede ocasionar que se extienda el período de lluvias hasta finalizar noviembre. Asimismo, se presentarán precipitaciones intensas en distintas áreas del país donde no son frecuentes y posteriormente, vendrá un invierno más seco.
En Centroamérica, el Comité Regional de Recursos Hidráulicos pronosticó desde el verano que el fenómeno La Niña ocasionaría “condiciones más lluviosas que lo normal”. Especialmente, en la frontera de México con Guatemala, al sur de El Salvador; centro de Honduras, en el Pacífico de Costa Rica y Panamá.