Hace poco, el Monte Everest volvió a ser noticia por una fotografía en la que se observaba una larga fila de personas en su cima. La razón es que, cada año, miles quieren llegar hasta allí, pero solo cuentan con unos pocos días para hacerlo.
No hay mejor metáfora para los que quieren superarse que llegar al punto más alto que alguien podría alcanzar. Irónicamente, este monte no representa el reto más grande, pues a pesar de ser alto, el Everest no es el sitio más inaccesible para los alpinistas experimentados. Esto puede llegar como una sorpresa, pero esta, como las siguientes cosas, se pueden aprender al estar en una montaña.
[También te puede interesar: Descubre los bosques submarinos de Ártico]
Un paso hace la diferencia
Escalar parece imposible para muchos. Creen que no están preparados, que es muy difícil o que necesitan mucho dinero. Pero en realidad, no se acercan a la naturaleza, no la conocen en persona y les da miedo.
Sí, necesitas cuidarte y, siempre que quieras escalar de manera profesional, debes aprender de los mejores, pero recuerda que todo está en el primer contacto. Una vez que empieces, no vas a poder parar.
Necesitas conocer tus límites
Escalar tiene su ciencia, y aunque todos podemos intentarlo, subir de nivel y por lo tanto de altura, tiene métodos y técnicas que no puedes imaginar. Es por eso que siempre debes estar consciente de hasta dónde puedes llegar, si aún puedes respirar con facilidad y si tu cuerpo puede soportar lo que estás haciendo. Para salir adelante, primero debes conocerte a ti mismo.
La gratitud no cuesta nada
¿Por qué escalamos? Cada quien tiene sus razones, pero muchas veces son difíciles de explicar al resto de la gente. A veces basta con llegar a nuestro punto máximo y ver el horizonte expandirse frente a nosotros, entender lo pequeños que somos en comparación con la montaña, con el planeta y con el universo, y simplemente sentir un poco de gratitud con la vida.
El éxito no depende de la altura
Como lo dijimos, el Everest no implica lograr lo imposible, hay muchas otras montañas que realmente son prácticamente imposibles de escalar a menos que te prepares durante años y dediques tu vida a eso.
Recuerda que a veces hay metas que todos queremos lograr, pero no son para nosotros, sino para que los demás nos vean. No sigas los objetivos de alguien más como si del Everest se tratara, escala hasta alcanzar los tuyos propios.
[También te puede interesar: Esto es lo que la foto de la cima del Everest dice sobre nosotros]
Después de una meta, hay otras
Una montaña es una tarea compleja, y escalarla no será fácil, pero después de eso sólo pensarás en lo que vendrá. Son como los tatuajes o los destinos que se visitan, se vuelven una adicción que no podrás superar si no te encuentras planificando o escalando. Por eso, tener metas es similar a escalar montañas, te motivan, impulsan y te hacen salir adelante.
Caminar, hacer senderismo, escalar: todo es gracias a tu determinación y necesidad de moverte, salir adelante y superarte.
¿Estás listo para comenzar?
Fuente: