Nos despojamos de la ropa más rápido que la primera cita en un match, ¡sin detenernos a pensar que dicha confección que hoy ya no queremos implicó un sacrificio!
¿Quéeee? ¿Un sacrificio? Sí... explotación laboral, malas condiciones de trabajo, muertes, tala de árboles, agotamiento de restos fósiles, contaminación y uso de miles de litros de agua dulce, contaminación de la tierra, del aire por agroquímicos, enfermedades de la piel, muertes... etcétera, etcétera, etcétera.
El 24 de abril del 2013 en Bangladesh, epicentro donde muchas de las grandes marcas (esas que la mayoría queremos vestir) confeccionan sus prendas, se derrumbó un edificio ocupado por varios talleres textiles a raíz de las malas condiciones edilicias. La muerte volvió a ser el estandarte de la MODA.
Dicha tragedia formalizó un acuerdo donde empresas que producen ropa se comprometían a garantizar condiciones dignas laborales... La dignidad reducida a un papel, donde tratados internacionales de derechos humanos y derechos laborales se convierten en meros ideales por los que seguir luchando.
"Campaña Ropa Limpia", una organización europea que agrupa a mujeres consumidoras que buscan mejorar las condiciones laborales de otras mujeres de todo el mundo en el rubro textil expresaba: "puede que la camiseta reivindicativa que llevas del 8M, el café, el té de tu desayuno del Día de la Mujer, escondan vulneraciones sistemáticas a los derechos laborales de las mujeres".
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Consume como piensas
¿Y qué pasa en Argentina? Lo mismo: la realidad de los talleres textiles se replica en el mundo, solo que las tragedias los hacen visibles.
Si googleamos "talleres clandestinos en Argentina", los casos abundan, y los allanamientos ponen en evidencia la explotación laboral, el maltrato, las malas condiciones laborales, el encierro, el trabajo de menores, y la trata como anzuelo, pero hay ecos de cooperativas textiles de mujeres que empiezan a pisar fuerte.
Suena el Telefono: una amiga que quiere que vayamos a ver la nueva colección de ZARA!
1857 – marzo 2023. Siguen muriendo mujeres en la misma lucha, y ha empeorado porque se suma la contaminación ambiental y el impacto ambiental de las prendas, el algodón esta contaminado de agroquímicos, los ríos se tiñen de químicos, el desierto de Atacama se llena de residuos textiles, hay más enfermedades respiratorias y de la piel, etcétera, etcétera, etcétera.