Seguramente has escuchado muchas veces el término informal mamitis, que se usa para referirse al apego que sienten los hijos, particularmente bebés y niños, por sus madres, que en algunos casos puede llegar a ser excesivo y que muchas personas consideran inaceptable o inapropiado por defecto.
Cuando se usa en adultos, es una forma burlona de decir que el hijo o hija es una persona inmadura que "nunca terminó de crecer" y que no puede separarse de su madre.
Sin embargo, algo que no escuchamos con frecuencia son los beneficios de la mamitis. Puede que estés pensando "¡¿Cuáles beneficios?!", pero en realidad sí los hay, y la ciencia lo confirma. Resulta que esta "sobreprotección" por parte de la madre es verdaderamente necesaria y positiva para el desarrollo de los hijos.
Según la Revista Latinoamericana de Psicología, esta protección de madre desarrolla un apego en los niños que no tiene por qué ser necesariamente nocivo. Es un apego que brinda al niño la sensación de seguridad física y mental. Además, le hace sentirse aceptado y protegido.
Este afecto materno también rendirá sus frutos en su vida adulta, cuando se verán los verdaderos resultados de una vida rica en amor, reduciendo los niveles de ansiedad y depresión. Adicionalmente, sabrá que puede contar con su madre, porque sabe que lo ama y desea lo mejor para ella o él.
Estos efectos emocionales a largo plazo se dan porque los niños aprenden a sentirse tranquilos, incluso cuando su mamá no está. Mientras están con ella, sienten confianza y seguridad, y poco a poco aprenden a lidiar con la angustia que les produce no tener a su madre cerca.
Evidentemente, existen maneras de malcriar a tus hijos y llegar al extremo, pero hacerles saber que los amas y que pueden contar con tu protección y apoyo es necesario, incluso si te critican por hacerles desarrollar "mamitis".
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