Espectaculares obras arquitectónicas creadas por el hombre, algunos de estos templos se remontan a tiempos ancestrales. De diferentes religiones y culturas, todos estos sagrados paisajes que alguna vez fueron lugares de adoración a dioses (y algunos lo siguen siendo), son una muestra de que en la diversidad hay belleza. De hecho, muchos de ellos forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad, lo cual implica que son de una forma u otra, importantes para todos los seres humanos de hoy y del mañana.
Poder maravillarse con todos ellos es un primer paso hacia la tolerancia, es dar una primera zancada en el camino hacia el entendimiento. Comprender que todos los hombres tienen diferentes maneras de ver la fuerza creadora y diferentes formas de expresarlo.