En lisboa, un enorme edificio vidriado y lleno de plantas parece un gran invernadero para quienes lo ven distraídos. Pero en verdad no es un invernadero, ni un vivero o jardín botánico: es un edificio de oficinas compartidas.
Second Home es un espacio de co-working de 12.000 metros cuadrados que tiene más de 1000 plantas; entre fores y árboles de 100 especies diferentes.
¿Cuál es el motivo? No se trata de decoración, sino de un objetivo claro: disminuir el estrés y aumentar la creatividad a través del poder natural de la vegetación.
La oficina es un diseño de la firma española SelgasCano, experta en arquitectura con aire fresco. El espacio fue remodelado, pues antes la estructura era un mercado.
Hoy no tiene cubículos ni paredes que separen a los que trabajan: las plantas cumplen ese rol. A la vez, purifican el aire y disminuyen el ruido.
De ese modo, se evitan dos problemas muy comunes que afectan a los trabajadores de muchas oficinas del mundo: el ruido ambiente que dificulta la concentración u obliga a utilizar auriculares; y la sensación de encierro por pasar tantas horas en espacios interiores, a veces mal ventilados e iluminados.
Para lograr la iluminación natural de todos los espacios y una ventilación ideal, el diseño está basado en el de un invernadero portugués.
Las plantas y la estructura no son lo único que hace especial al edificio: también se ofrecen programas de bienestar para quienes ocupan los puestos de trabajo (algunos son freelancers e independientes que eligen Second Home como oficina; otros forman partes de empresas que se establecieron allí), se sirve comida natural, y se ofrecen clases de pilates y yoga.
¿Te gustaría trabajar en un lugar así?