En el mundo se desecha un tercio del total de la comida producida para consumo humano. En América Latina, los alimentos que se desperdician podrían servirle a más de 300 millones de personas. Estas cantidades provienen de lo que todos tiramos al cesto en nuestro día a día: las sobras de nuestro plato, los productos que se vencen en la heladera, las frutas y verduras que no llegamos a comer.
Afortunadamente, existen muchas maneras de aprovechar al máximo cada uno de los alimentos que compramos. Siguiendo estos prácticos tips, entre todos podemos ayudar a reducir este desperdicio que no solamente contamina el planeta sino que además desaprovecha recursos valiosos en su producción.
1. Guardar el pan en el freezer
Este truco es la manera perfecta de evitar que el pan se arruine antes de llegar a comerlo entero. Cuando necesites una rebanada, sepárala del pan y luego déjala descongelar o métela directamente en la tostadora.
2. Anotar qué tiras a la basura
Si registras qué cosas estás tirando a la basura, la próxima vez que vayas al supermercado puedes ajustar las cantidades que compras para no desperdiciar nada.
3. Planea con anticipación tus comidas de la semana
Si entras al supermercado sin tener idea de lo que vas a comer durante los próximos días, saldrás con al menos cinco cosas que no necesitas, algunas de las cuales se pondrán feas antes de tener una oportunidad de usarlas.
4. No te fijes en la forma de las frutas
La gran mayoría de las veces esas frutas o verduras que tienen formas extrañas o que no son perfectas por fuera tienen el mismo sabor que las que si lo son. Lamentablemente, como tenemos una tendencia a comprar, por ejemplo, las manzanas más redondas, el resto terminan en el tacho de basura. Dale una oportunidad a esas frutas y verduras, siempre y cuando no estén podridas o golpeadas.
5. Evita servirte de más
Cuando estás en tu casa, evita servirte demasiada comida en el plato. Es mejor volver a la cocina por una segunda porción si no fue suficiente que servirte de más y que esas sobras terminen en la basura.
6. Aprovecha las sobras
Si notas que nunca comes las sobras que quedan en la heladera, intenta cocinar alimentos que puedan ser reutilizados en algo nuevo. Por ejemplo, las verduras cocidas o salteadas se pueden agregar fácilmente a ensaladas o tortillas.
7. Limpia tu heladera
Limpiar regularmente tu heladera y tu freezer hará que tomes consciencia de qué alimentos tienes antes de ir a comprar más.
8. Organiza tu alacena
Una despensa desorganizada hace que sea difícil saber qué cosas ya tienes y qué es lo que realmente necesitas. Si tienes espacio, mantén alimentos como cereales y galletas e ingredientes secos en recipientes herméticos que mantendrán alejados a los insectos y te ayudarán a recordar que están ahí.
9. Congela tus hierbas en aceite de oliva
Todos conocemos la lucha de comprar un paquete completo de hierbas frescas, solo para usar una o dos ramitas en una receta. Para no desperdiciarlas implementa este sencillo truco: corta las hojas, ponlas en cubeteras de hielo y cúbrelas con aceite. El resultado final es porciones frescas de hierbas listas para tirar en la sartén cuando sea necesario.
10. Compra frutas y verduras congeladas
Si cuando compras frutas o verduras frescas siempre una parte termina en la basura, puedes optar por comprarlas congeladas. Esto te da la libertad de utilizarlas durante más tiempo sin que se arruinen.
11. Utiliza los desechos para cultivar
Muchos vegetales como la cebolla, el apio y la lechuga se pueden volver a cultivar. El proceso para cada vegetal es diferente, pero la mayoría comienza poniéndolos unos días en agua antes de ser transferidos a la tierra.
12. Reutiliza el pan
Si creías que el pan deja de servir una vez que se endurece, estabas equivocado. Salpica unas gotitas de agua sobre una baguette seca y hornéala para revivirla.
13. Reutiliza la lechuga
Otra manera de darle una segunda oportunidad a un alimento es reviviendo la lechuga: cuando esté un poco seca, ponla en un recipiente con agua helada y verás como vuelve a estar fresca.
Siguiendo estos 13 pasos, tú también puedes sumar tu granito de arena para disminuir el desperdicio de alimentos.
Fuentes:
Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura