Todos sabemos que hacer ejercicio es bueno para la salud. Distintos estudios han demostrado que la vida sedentaria se relaciona con enfermedades como la obesidad, la diabetes y hasta distintos tipos de cáncer.
Para intentar frenar las consecuencias de esto, la Organización Mundial de la Salud recomienda un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de ejercicio vigoroso.
Un estudio reciente se dedicó a estudiar los efectos de la actividad física y comprobó que pueden ser mucho más duraderos de lo que se piensa.
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La investigación
La Universidad de Duke (Estados Unidos) realizó una investigación entre 1998 y 2003 acerca de los efectos de periodos de entrenamientos de ocho meses. Los resultados fueron publicados en Frontiers in Psychology.
Separaron a las personas sedentarias, tanto hombres como mujeres en distintos grupos y diez años después de acabar los entrenamientos, hicieron un seguimiento que reveló algo muy interesante.
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Lo que encontraron
Los expertos pudieron comprobar que los efectos positivos en la salud de los participantes seguían manteniéndose, aunque había variaciones según el nivel de intensidad de los entrenamientos.
"Los individuos, que antes del estudio tenían vidas sedentarias, mostraron diferencias en sus capacidades cardiorrespiratorias y en los parámetros cardiometabólicos", señala el estudio.
Estos resultados implican que los beneficios de hacer actividad no se manifiestan únicamente en el corto plazo. Según este estudio, aún se pueden ver 10 años después de haber realizado el entrenamiento.
Y tú, ¿haces ejercicio? ¿Cada cuánto tiempo?
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