Mindfulness es una palabra inglesa que no tiene una traducción exacta, las más conocidas son "atención plena'' o "conciencia plena¨. La utilización de la palabra "plena" significa que vamos a estar presentes en cuerpo, mente y alma y a la vez, no juzgaremos lo que sucede; aceptaremos lo que nos sucede tal cual sucede, en el momento en que está sucediendo.
Y me dirás, “si yo sé lo que está sucediendo”… entonces te pregunto y me pregunto: ¿Cuántas veces nos encontramos 100% sumergidos/as en lo que está sucediendo en ese preciso momento y además no juzgamos lo que pasa?
Mi respuesta es: muy pocas. Porque en la mayoría de las veces vivimos en piloto automático, pensamos, sentimos y actuamos automáticamente porque nuestra mente se alimenta mayormente de nuestros recuerdos (pasado) y se preocupa por lo que va a suceder (futuro) tiñendo nuestra forma de sentir y actuar, ya que generalmente actuamos desde lo que consideramos que ya sabemos y por otro lado, tenemos miedo de lo que vaya a suceder en el futuro. Entonces estamos constantemente juzgando cada cosa, situación que nos sucede y cada persona que aparece.
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La buena noticia es que todo esto puede cambiar y allí es donde entra Mindfulness: con todas y cada una de sus prácticas, buscaremos estar presentes, ser conscientes de lo que nos sucede en el momento en que está sucediendo; esto al principio puede llevarnos solo unos minutos hasta lograr el hábito de estar cada vez más conectados/as con nosotros/as mismos/as, con lo que vivimos y con otros seres.
Aquí es maravilloso ver y sentir cómo se nos abren nuevas formas de ver y vivir la vida, cómo podemos cambiar, transformar, modificar nuestro accionar porque podemos convertirnos en observadores/as de nuestros pensamientos, de nuestra forma de actuar de manera curiosa y amable, llegando a la profundidad de nuestro interior, allí donde solo tú puedes llegar; conociéndote, respetándote, distinguiendo y aprendiendo tus potencialidades y fortalezas pero también tus límites y sombras, reconociéndote como un ser humano viviendo su propia experiencia, siendo el/la protagonista de tu vida.
En mi experiencia personal, Mindfulness me permite, entre otros muchos beneficios, conocerme mejor; aceptarme; aceptar, sin sobredimensionar, como lo hacia antes, lo que sucede o me sucede y que hay cosas o situaciones que no dependen de lo que yo quiero o deseo, soltándolas.
Además aprendo todos los días a no enredarme en mis propios pensamientos, a tratarme amablemente y tratar mejor a los demás, dándome cuenta que asi como me suceden momentos o situaciones difíciles, también les puede ocurrir a los otros, volviéndome de esta manera en una persona más empática.
Otros aprendizajes son, el poder conectarme con mi cuerpo y notar que me quiere comunicar y de esta manera trabajar sobre mi salud ya que había depositado todas mis angustias, mis miedos y preocupaciones produciendo algunos desequilibrios funcionales en él; la necesidad de conectar con mi ser, con mi esencia, haciendo y buscando aquello que me apasiona, que me encanta hacer y eso lo voy logrando en mi labor diaria porque una de las grandes diferencias en la calidad de vida y en el bienestar la hace el estar conectado/a con uno/a mismo/a, siendo coherente entre lo que pensamos, sentimos y hacemos; esto nos da libertad y paz interior, claves para vivir mejor y que creía que sólo existían en los libros de autoayuda. Es posible encontrar nuevos caminos y soluciones para sentirse mejor.
La experiencia, la vivencia es única y personal, nadie mejor que tú para saber lo que te hace sentir pleno/a, sólo hay que ser valiente animarse.
* Por María Daniela Plinio, Licenciada en Psicología, Especialista en Mindfulness y Directora en Argentina de We Chill Out.