Cuando losespañoles llegaron a México y tuvieron contacto con los mexicas, las primerasimpresiones fueron detalladamente registradas. Además de hablar de las ciudadesy paisajes, las costumbres también fueron parte importante de las anotacionesde los cronistas.
Uno de los detalles que les llamó la atención fue la extrema limpieza de los mexicas; que barrían sus calles a diario, tomaban agua potable y transportaban sus deshechosen carreta todos los días. Pero sobre todo, les sorprendió que sus habitantesse bañaban todos los días e incluso el emperador Moctezuma lo hacía dos vecesal día.
Eso contrastó con la fama de los españoles que llegaron a Tenochtitlan. Soldados que pasaban tal vez meses sin un baño. Esta ciudad estaba sobre un gran lago que proveía de agua limpia a la entonces enorme ciudad, una de las más importantes de todo el continente.
Hoy las cosas son distintas. El enorme lago ha sido reducido hasta casi desaparecer, a diferencia de la población que en el valle de México ronda cerca de los 20 millones de habitantes. A pesar de eso, México acaba de ser considerado el país en el que la gente se baña con mayor frecuencia.
México tiene cerca de 127 millones de habitantes y según una encuesta de la empresa Hansgrohe, el 75.3% de los encuestados mexicanos aseguraron bañarse diario. Parece que la tradición mexica persiste.
Los colombianos y españoles, que comparten el segundo lugar, contestaron que se baña a diario el 71.4% de ellos, y los estadounidenses están en el sexto lugar gracias a que los encuestados que se bañan diario sólo conforman el 57.5% del total.
A simple vista, esta puede ser una buena noticia, o al menos una curiosidad divertida. Sin embargo, y aunque muchos medios mexicanos parecen presumir de eso (la limpieza es objetivamente buena), la realidad es que basta con ver el deterioro del Lago de Texcoco, que casi ha desaparecido, o cuántas colonias hay en México que no tienen acceso al agua, para darse cuenta que no es tan buena idea ducharse una o dos veces al día. El agua que se desperdicia si todos los ciudadanos deciden tomar una o más duchas diarias es realmente preocupante, mucho más que la falta de pulcritud.
La conciencia ambiental llega a México por pedazos y cuando se decide cuidar el aire, se olvida del agua, pero cuando se busca cuidar el agua, se hace lo posible por preservarla de cualquier modo que no intervenga con sus hábitos de limpieza.
Tal vez es momento de voltear a ver a otros países en los que la crisis de agua obliga a la gente a tomar baños cortos y no todos los días. Incluso el presidente del colegio de dermatólogos de Australia enfatiza que no debes bañarte diario, sino cuando "sea realmente necesario".