Así como el protagonista del siglo XX fue el auto, el del siglo XXI es todo lo que esté relacionado con energías renovables, que no requiera combustión interna y que no genere contaminación. Y acá los Vehículos de Movilidad Personal, como los monopatines eléctricos y las bicicletas, son los verdaderos protagonistas. La pandemia nos mostró un poco esto también. El mundo ya sigue esta tendencia y nosotros no somos la excepción.
Sin dudas, una de las grandes cosas que cambió es el usuario. Lo que cambia no es el modo de transportarse porque alguien dice que debe hacerlo o por una moda; sino que hay un cambio en la mentalidad del usuario, en su forma de pensar y de moverse. El cambio hoy no viene desde arriba hacia abajo, sino que al revés. Se produjo de abajo y va hacia arriba. Hoy tenemos generaciones donde claramente prevalece la conciencia ambiental, y estamos convencidos que esa conciencia del usuario es lo que va a generar grandes.
Como empresa del sector, debemos darle al usuario distintas herramientas y opciones para que se pueda mover de manera más amigable y sostenible dentro de las ciudades.
Otro de los aspectos que va cambiando es la forma de urbanización y está bien que lo haga, porque se necesita infraestructura que acompañe estos cambios de paradigma de movilidad. Antes veíamos ciudades grandes, con infraestructuras preparadas para un tipo de movilidad y hoy en día nos encontramos con ciudades más pequeñas pero que ya empiezan a generar y a prepararse para este tipo de cambios porque el cambio les llegó. Es por eso que hoy vemos a nivel mundial muchas más acciones que promueven la generación de Zonas 30 en las ciudades. Muchas veces nos encontramos con ciudades que lograron disminuir las cifras de muertos por siniestros viales pero en rutas o autovías, no así dentro de las ciudades.
Por eso, bajar las velocidades de movilidad dentro de centros urbanos es una gran medida. La urbanización tiene que cambiar, es decir, generar más espacios para que estos vehículos, monopatines o bicicletas puedan circular de punta a punta. Cualquier Vehículo de Movilidad Personal debe circular de manera segura, protegida y segregada dentro de una ciudad, pero también hay que crear muchas zonas de peatonalización. Esto hace que, para una auto convencional, sea más incómodo moverse, entonces se alienta al cambio de movilidad en el usuario buscando otras alternativas.
La pandemia modificó muchos hábitos y sin dudas el home office es uno de ellos y que cambió la forma de movernos. Esto hizo que la gente se mueva muchísimo menos, porque muchas empresas empezaron a darse cuenta que hay menos exposición al riesgo y menos costos. Entonces, va a ver menos movilidad. Y por otro lado, se terminó también esto de tener que hacer 15 o 20 km para ir al trabajo. Las empresas empezaron a buscar personal por cercanía y también cambiaron sus locaciones.
La pandemia aceleró este proceso en la forma de movilidad, donde muchos optaron por moverse menos y otros por darse cuenta que un vehículo convencional les es más costoso. Ahí es donde proliferan los Vehículos de Movilidad Personal, donde un monopatín o una bicicleta se pueden convertir también en vehículos de última milla, dándole una alternativa de movilidad a las personas.