Una investigación científica acaba de descubrir que las luces de las ciudades empujan a las aves a tener ojos más pequeños. Se notan así cambios en la anatomía de los pájaros que habitan en ciudades respecto a los que están en otros ambientes.
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La Escuela de Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Washington
Ha sido esta institución la que llevó a cabo la investigación. Un trabajo relacionado con las alteraciones en la fauna devenidas por la contaminación lumínica. La pesquisa investigativa se hizo en varias ciudades de Estados Unidos, procurando estudiar diversas especies de aves.
El resultado de la investigación se publicó en la revista Global Change Biology. Varias reseñas de este trabajo se han difundido en Internet. Se dice que queda demostrado en impacto de la luz eléctrica en los ambientes y en la zoología.
Se contó con el apoyo de expertos en ornitología. A su vez, se repasaron más de 500 especies de aves para tener una muestra amplia. En todos los casos, se detectaron resultados innegables: las aves urbanas tienden a tener ojos más pequeños.
Las aves en zonas citadinas tienen ojos aproximadamente 5% más pequeños
Es importante advertir que no son todas las aves urbanas. Se trata de aves cantoras (que suelen ser tenidas como mascotas) o de pájaros que residen en ciudades (como las palomas). En otras variedades no se apreciaron cambios.
“Este documento muestra que las aves residenciales pueden adaptarse con el tiempo a las áreas urbanas, pero las migratorias no lo están haciendo, probablemente debido al lugar donde pasan el invierno; es menos probable que tengan las mismas presiones de luz y ruido causadas por los humanos”
Por ejemplo, las aves migratorias no suele estar tanto tiempo en las ciudades. Permanecen unos meses y luego se marchan. En estas especies, no se notan cambios en el tamaño de los globos oculares. Algo importante para tener en cuenta.
Además, se ha notado una disminución de aves en los cielos urbanos. Curiosamente, no son las aves migratorias las que faltan. En realidad, lo que escasea son especies que sigan residiendo en espacios citadinos.
Algunas conclusiones obtenidas de este estudio
Son varias inferencias interesantes. Ya se había comentado acerca del influjo de la luz eléctrica en las aves, pero en esta investigación de deducen cuestiones como las siguientes:
- Las aves urbanas adaptan sus ojos a la luz, requieren tenerlos más pequeños para filtrar tanta iluminación.
- Las aves que tienen estos cambios son las que permanecen en las ciudades. Los pájaros migratorios no tienen alteraciones en los ojos.
- Con la contaminación lumínica, aparece un entorno diferente, sin la oscuridad nocturna que durante siglos caracterizó la naturaleza. Una situación que hace que los seres vivos se deban adaptar a una nueva circunstancia.
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¿Qué opinas de los resultados de esta investigación? La contaminación lumínica altera el ambiente nocturno. Las aves, para adaptarse, requieren globos oculares más pequeños, para no encandilarse. Un cambio sucedido por la actividad humana.
Fuente: Noticias Ambientales.