Pensar en postres o dulces para la hora del té en el verano puede ser difícil, porque hay que saber cómo obtener algo dulce y delicioso pero que no sea demasiado pesado o calórico.
Estos cupcakes helados reúnen todas las características de un postre veraniego ideal: son refrescantes, están hechos de fruta, no requieren horneado, y además son veganos, por lo que resultan más livianos y además podrán comerlos quienes no consumen ningún producto derivado de los animales.
Además, ¡son ideales para el postre navideño!
Ingredientes
- 200 grs de anacardos (castañas de cajú)
- 100 grs de arándanos
- 200 grs de fresas
- 200 grs de papaya (si no consigues, reemplázala por una fruta local)
- 130 grs de avellanas
- 10 u 11 dátiles pequeños sin carozo
- 2 cucharaditas de cacao
- 1 taza de leche de avena (u otra leche vegetal)
- 1 cucharada y media de aceite de coco (opcional)
- Sirope de agave o endulzante a gusto
1. Tritura los dátiles y las avellanas y mézclalos con el cacao, para hacer la base.
2. Con ayuda de una cuchara, coloca esta pasta en el fondo de moldes para muffins. Tiene que quedar bien compacta. Deja los moldes en el refrigerador mientras sigues trabajando.
3. Prepara tres cremas de fruta diferentes. Divide en tres los anacardos y la taza de leche vegetal, y colócalos en tres recipientes. A cada uno, agrégale una cucharada de aceite de coco (es opcional pero agrega textura y acelera la congelación).
4. Añade a cada recipiente la cantidad necesaria de una de las frutas y el endulzante que quieres.
5. Tritura cada sabor por separado.
6. Vierte un poco de cada crema en cada molde, en el orden que quieras. El cupcake quedará con franjas.
7. Decora la superficie con frutas al natural.
8. Introduce los moldes durante 45 minutos o 1 hora en el congelador.
¡Que lo disfrutes!