La tortilla es una comida sencilla, proteica y muy rápida que muchas personas preparan para resolver un almuerzo o cena en poco tiempo y con pocos ingredientes. Aunque en su versión tradicional lleva huevos batidos, puedes preparar una versión más saludable y apta para todos, que no los lleve. ¿Cómo? Usando la harina de garbanzos como sustituto del huevo.
Hacerlo es igual de sencillo y súper delicioso. Además, esta receta es ideal para personas con colesterol alto o para quienes llevan una dieta vegana.
También puedes aprender cómo preparar tacos, quesadillas y omelletes.
- 5 patatas
- 1/2 pimiento rojo
- 1 cebolla
- 2 puñados de espinaca cruda
- 5 cucharadas y media de harina de garbanzo
- 1 vaso de agua
- Aceite
- Sal y pimienta, a gusto
Preparación
1. Pela y corta las patatas en cuadraditos pequeños.
2. Lava y corta también la cebolla, el pimiento y la espinaca.
3. Rocía todos los vegetales con sal y aceite y cocina las patatas en una sartén hasta que se doren.
Nota: si no quieres cocerlas directamente en aceite, puedes antes hervirlas un poco y luego solo dorarlas en el aceite.
4. Cuando se hayan dorado las patatas, añade la cebolla y el pimiento.
5. Cuando estén listos los vegetales, ponlos en un colador y déjalos escurrir.
6. Mientras tanto, pon en un recipiente el vaso de agua y la harina de garbanzo. Revuelve bien y ve añadiendo de a poco el agua para que no queden grumos.
7. Mezcla las espinacas con la harina. Sazona.
8. Agrega los vegetales ya escurridos a la mezcla con harina.
9. Calienta la sartén con un poquito de aceite y vierte la mezcla, esparciéndola por toda la sartén de manera que quede lo más uniforme que puedas.
10. Cuando creas que ya esté lista de un lado, despégala con ayuda de una espátula y, colocándole un plato por encima, tomándolo con un paño de cocina para no quemarte, voltea tu tortilla y cocínala del otro lado.
¡Y listo! Sírvela con la ensalada fresca que más te guste.