Encontrarse con una persona que decide volverse vegana es algo cada vez más común. Y la verdad es una decisión para celebrar, porque elegir dejar de lado todos los productos que provocan las explotación de animales es posiblemente lo más ético que podemos hacer.
Sin emabargo, muchas personas no comprenden la importancia e implicaciones de dar un cambio a veces en lo que comemos. Estar informado antes de comenzar con el cambio te ayudará a que puedas hacerlo con menos dificultad, y a que sea realmente una decisión feliz y duradera.
Si eres una de estas personas que está considerándolo, cualquiera sea tu motivación, hay algunos datos que deberías conocer sobre esta práctica antes de tomar el primer paso.
Aún hay una alta tasa de abandono
Así lo sugiere un estudio realizado en Gran Bretaña, que reveló que el 58% de los que se advocan a esta práctica la abandonan al poco tiempo. Esto se debe a lo arduo que resulta mantener esta una basada en productos provenientes del suelo, algo a lo que la mayoría no está acostumbrado. La cultura puede ser a veces tan fuerte que vuelve las decisiones endebles.
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Es más complicado de lo que parece
Esta dieta no consta solo de llevarte un tomate a la boca. Para llevar una dieta realmente vegana hay que tener un alto grado de conocimientos de cocina y planificar mejor lo que vas a cocinar y comer, con el fin de tener un organismo más saludable y no descompensado. Hacer un taller de cocina vegana antes de comenzar puede ser una gran idea.
Hay unas proporciones ideales
Según los nutricionistas, lo ideal es consumir un 50% de verduras, un 25% de proteína y un 25% de cereales integrales, y las proteínas son lo que muchos, por desconocimiento, no reemplazan. Eso es los que algunos "extrañan" cuando creen que echan de menos las carnes o los lácteos y huevos.
Realizarse un chequeo médico antes no está demás
Lo que no se sabe tanto acerca del veganismo, es que antes de entrar por completo en esta práctica dietética, es necesario someterse a algunos exámenes que te harán saber si padeces de alguna condición que empeorará si dejas de consumir leche o carne. También es recomendable realizarse estos exámenes de vez en cuando durante la dieta para asegurarse de que todo está en orden.
Necesitarás vitamina B12
Algo que sí te faltaría al prescindir de las carnes y los lácteos sería la vitamina B12, que es necesaria para mantener la salud mental, y no puede obtenerse de las fuentes vegetales. Necesitarás tomar alimentos enriquecidos con ella, o directamente un suplemento. Tener niveles bajos puede llevar a sufrir anemia megaloblástica, una deficiencia de los glóbulos rojos. Los síntomas de esta enfermedad son la fatiga, desorientación, pérdida de memoria y taquicardia.
Proteínas vegetales
Existe el mito de que sólo se pueden obtener proteínas de las carnes y el pescado. Sin embargo, existen vegetales que son una gran fuente de proteínas, pero son difíciles de digerir, como por ejemplo, las legumbres, las lentejas, los cereales integrales, los frutos secos y las semillas. De estos alimentos se puede obtener proteínas, pero hay que comer en mayor proporción para obtenerla de lo que sería necesario con fuentes animales, y saber combinarlas con otros alimentos, por ejemplo, con carbohidratos como el arroz, para que aporten todos los nutrientes que necesitas.
Falta de zinc
El zinc, que se encarga de regular el sistema inmunológico, está presente en muy pocas plantas, resultando también difícil de absorber. La falta de zinc en el organismo se puede traducir en la pérdida del cabello, heridas que tardan en cicatrizar y pérdida del apetito. El pan integral con semillas, las hortalizas de hoja verde y los tubérculos, alubias, guisantes y frutos secos lo contienen.
Calcio
El calcio se encuentra principalmente en los productos lácteos, pero se pueden encontrar en algunos vegetales, aunque sería más difícil de absorber. El brócoli, los grelos, la col verde, la chía, los garbanzos y las judías son una gran fuente de calcio. En caso de que te falte llevando a cabo esta dieta, puedes tomar suplementos, especialmente mujeres y niños.
B2 o Rivoflavina
Este nutriente es el encargado de transformar los alimentos en energía. Si no son consumidos en demasía, puede causar fatiga, retraso en el crecimiento y problemas digestivos, e incluso incrementar el riesgo de sufrir cáncer. Algunos vegetales en los que se puede encontrar el B2 son la espinaca, las setas y las almendras.
Chatarra vegana
No toda la comida que califica como vegana es sana. Algunos veganos pueden abusar de las papas fritas y aperitivos envasados. Las salchichas veganas y otros tipos de “carnes veganas” están expuestas a varios procesos químicos que no resultan saludables, en especial si te hace falta proteína tradicional.
Salud
Hablando más acerca de la salud, algunos alimentos que los veganos toman como reemplazo contienen exceso de fibra, como las judías y algunas frutas, cereales y vegetales, haciéndote sentir saciado y produciendo gases de más, incluso derivando en visitas urgentes al médico.
Mejor si es casero
Algunos se anotan a la práctica vegana pensando que perderán peso rápidamente, pero la verdad es que puede resultar todo lo contrario. Algunos alimentos por los que optan los veganos son procesados y contienen más calorías de lo que piensan. Siempre debemos informarnos de lo que entra a nuestro cuerpo.
Compensación
Algo común en las personas veganas es sentir hambre después de haber comido incluso un plato lleno. Esto no es una buena señal y demuestra que la falta de proteína te está llevando te está afectando.
No estamos tratando de decirte que no te conviertas al veganismo, todo lo contrario: queremos que lo hagas con información suficiente, para que el cambio sea sostenible para ti.
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