Aunque en las publicidades, las redes sociales y las películas las parejas se vean mágicas y radiantes, basta con observar cómo se dan las relaciones en nuestra vida o a nuestro alrededor para entender que esto dista mucho de la realidad. Estar en pareja es un continuo aprendizaje que no siempre resulta sencillo.
Uno de los mayores problemas que existen en la pareja es la costumbre o, mejor dicho, las malas costumbres. Hablamos de aquello que arrastramos desde hace mucho tiempo, que hacemos de forma automática, sin pensar, y que sin embargo termina generando una y otra vez los mismos problemas.
Una de esas "malas" costumbres son las maneras que tenemos de relacionarnos en sí mismas.
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Según el budismo, existen tres venenos:
1. La codicia
El deseo de estar cerca, de querer "más" con el otro, de cumplir ciertas metas que se supondría que una pareja debería alcanzar, puede llevar a un amor apegado, controlador y poco libre. En general, esto puede tener que ver con las propias inseguridades e incluso con ideas preconcebidas sobre cómo debería ser una relación de pareja que no hacen más que presionar a uno mismo y al otro.
2. El odio
Aunque pueda parecer contradictorio, el odio puede confundirse erróneamente con el amor. Hay parejas que terminan viendo al otro como un enemigo y, aun así, no quieren separarse. Son los casos en que se producen dinámicas de enojo, resentimiento, ira, miedo, control, discusiones constantes, etc. Lo sorprendente es que muchas parejas permanecen en esta lógica de maltrato mutuo y hacen de eso la mecánica de la relación misma.
3.La ignorancia
La ignorancia aparece en las relaciones cuando siempre hay otras cosas que nos distraen, alejan o distancian de la importancia del vínculo con el otro.
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¿Por qué estos son venenos? Porque contaminan nuestra mente y nuestro corazón. Si no los hacemos conscientes y los transformamos, podrían influir negativamente en nuestras relaciones.
Antídotos
1. Mindfulness o atención consciente para conectarnos con el presente y entender cuánto mal nos generan esos patrones inconscientes y "venenosos" a la hora de relacionarnos.
2. Convertir los obstáculos en el camino. Darnos cuenta de la existencia de estos venenos es el primer paso para empezar a crear hábitos de relación más saludables. Preguntarnos desde dónde estamos hablando, sintiendo o pensando nos ayudará mucho.
3. Volver a la base. ¿Por qué se eligieron? Cultivar la generosidad, la gratitud, la compasión y la bondad en la pareja para abonar la confianza y hacer más fuerte ese amor inicial.
¿Estás listo para aplicar estos antídotos y combatir los venenos que dañan a la pareja?
Fuentes: