Con el tiempo, algunas parejas caen en el más tedioso de los problemas: la rutina. Cuando eso sucede, se generan roces, y las discusiones se vuelven más frecuentes, ya que todo parece ser un problema.
En estos casos, lo mejor es intentar evitar los conflictos. Si hay algo que resolver, la mejor forma de hacerlo siempre está en la comunicación honesta y respetuosa. Habla con tu pareja y apelen a la creatividad para salir del aburrimiento del día a día. Estas son algunas ideas que pueden ayudarlos.
1. Conversar durante horas (y olvídate del móvil)
En medio del tedio y la rutina, ¿cuántas veces te sientas a conversar de verdad con tu pareja? ¿Cuándo fue la última vez que hablaron sobre los planes que tienen para el futuro, sobre cómo se sienten respecto de sus vidas, qué cosas les duelen y cuáles les dan felicidad? ¿Lo puedes recordar?
Abran su corazón y digan todo lo que de verdad sienten. Elijan un día y anímense a tener una cita sin móvil, sin niños, sin amigos, ¡solo ustedes dos!
2. Sean niños por un rato
No hay relación más maravillosa que esas amistades de la niñez, en las que solo nos relacionamos porque disfrutamos divertirnos juntos. ¿Y si pudieras recrear eso con tu pareja?
Hagan algo que los divierta, que solo los haga reír. Puede ser ir a un parque de diversiones, ver una película de dibujos animados o una buena comedia absurda o jugar a algo. ¿Hace cuánto que no te diviertes así con tu pareja?
3. Expresen sus más profundos sentimientos
Más allá del diálogo, no te cierres a mostrarle tus sentimientos a tu pareja. Lloren y rían juntos. Bailen y salten de felicidad. Griten juntos un gol. A veces lo que más une es saber que el otro está sintiendo exactamente lo mismo que tú en un instante preciso.
4. No dejen de lado el contacto físico
A veces el gran problema de las relaciones es olvidarse del contacto físico fuera de la cama. Un abrazo por la mañana, un beso de buenas noches, tomarse la mano en la calle.
El contacto físico es fundamental para la pareja siempre, esas demostraciones de afecto son las que nos recuerdan que la persona que queremos está ahí siempre pendiente de nosotros.
5. No olviden los detalles
Recuerda decirle gracias, pedirle por favor. Del mismo modo, también puedes darle una sorpresa de vez en cuando. Hacerle un presente que valorará, enviarle un mensaje con un mensaje bonito mientras estás en la oficina, decirle que se ve increíble. Los detalles son lo primero que desaparece en la rutina, y a veces son los que hacen la verdadera diferencia.
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Fuentes: