Los jóvenes huelguistas se ponen de pie e interpelan a los adultos a que se responsabilicen y no huyan ante la emergencia climática. Día a día luchan por sus derechos con más fervor y entusiasmo.
Adelaide Charlier en su cuenta de Instagram se autodefine como “Activista por el clima y los derechos humanos”. Su compromiso está focalizado en cuidar el planeta. Los jóvenes dispuestos a hacerse oír a través del liderazgo medioambiental apuestan con firmeza a un presente y futuro justo y responsable.
En diciembre del año 2018 asistió con sus amigos a una marcha climática en Bélgica, país en el cual reside, y escuchó un discurso de Greta Thunberg que despertó una profunda admiración por la joven sueca y pensó que si una chica como Greta logró levantar la voz, ella también podría hacerlo.
Es así que decidió comenzar su activismo cuando coorganizó y lideró una huelga escolar con 35.000 personas en Bruselas. ¡Fue el principio de un camino esperanzador!
Es importante destacar que el movimiento iniciado por Greta Thunberg, está coordinado en Bélgica por Adelaide Charlier quien a los 18 años llevó a cabo la mayor huelga escolar de la historia de ese país: durante varios meses, todos los jueves, miles de jóvenes se reúnen en las calles para exigir que el Gobierno belga priorice el cambio climático como una emergencia política.
Esta magnífica movilización le ha validado el premio más prestigioso que concede Amnistía Internacional: el de Embajadora de Conciencia, en honor al coraje y valentía.
A partir de allí reflexionó que, como ciudadanos, tenemos el poder de aceptar o rechazar la forma en que funciona el mundo de hoy. Charlier invita a romper paradigmas que atentan la vida y rechaza aquellos modelos que promueven la desigualdad social y ecológica.
A través de sus redes sociales impulsa a la sociedad a participar con el propósito de hacer oír las voces de los miles de jóvenes que se comprometen y movilizan por el medio ambiente.
En reconocidas exposiciones ha enfatizado en la acción colectiva como método para evitar pesadillas, y apela a observar la realidad con coraje. Involucrarse y luchar por un planeta digno es una de sus mayores motivaciones.
SU PASO POR LA COP26
Adelaide participó, este año, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual tuvo su punto de encuentro en la ciudad de Glasgow.
Se presentó junto a jóvenes activistas y esto compartió en su Instagram.
DESPIERTOS Y ADORMECIDOS
Durante su niñez la activista vivió en Vietnam, uno de los países más afectados por el cambio climático, el cual ha sido devastado por inundaciones. Comunidades vulnerables reclaman día a día para reducir los riesgos de desastres debido a la crisis climática.
Adelaide parte de la hipótesis de que las pesadillas acaban cuando decidimos despertarnos, de esta manera realiza una distinción interesante entre aquellos que se atreven a despertar y los que no. Sus vivencias en Vietnam fueron determinantes, vivió una pesadilla, la joven no quiso ignorar la realidad y debió abrir los ojos ante semejante caos climático.
“Cada cambio en la historia de la humanidad ocurre porque un grupo de personas se atreve a luchar por el viejo sistema y exigen uno nuevo, no cambiaremos si seguimos actuando como lo hicimos durante las últimas décadas” destacó Adelaide Charlier en la reconocida charla TEDxULB.
Es tiempo de brindarle espacio a los jóvenes que piden justicia climática, escucharlos y dejarlos actuar. Estamos ante una lucha histórica, la juventud unida está dispuesta a transformarlo todo. En definitiva, quizás nos hace falta tener una mirada que apele al compromiso, responsabilidad y empatía.