El minimalismo es aplicable, no sólo en nuestra vida offline, sino también en nuestra actividad digital. A menudo, conservamos archivos y programas que no utilizamos, ocupando espacio de almacenamiento. Asimismo, puede dificultarse encontrar aquello que necesitamos en el momento preciso.
Por ello, es recomendable hacer una limpieza periódica tanto en nuestros dispositivos, como así también en nuestras redes sociales y correo electrónico. ¡Te damos algunos tips para implementar!
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1. haz una revisión de tus redes sociales
Permítete borrar publicaciones que has hecho tiempo atrás y que ya no resuenan contigo. Analiza a qué cuentas sigues y qué mensajes transmiten. ¿Te resultan inspiradoras? ¿Generan un aporte diferencial en tu vida? Considera dejar de seguirlas si la respuesta es no.
Revisa mensajes sin leer o responder, y elimina los antiguos para tener una vista más limpia y ordenada. Si utilizas apps de mensajería instantánea, en las que recibes constantemente fotos y videos, este truco te ahorrará tiempo: puedes elegir qué quieres que se descargue automáticamente. Así, evitarás pasar horas borrando archivos para liberar memoria en el teléfono.
2. realiza una limpieza del correo electrónico
Además de contribuir al cuidado del planeta, evitarás acumular pendientes por tener una bandeja de entrada llena. Responde los correos a tiempo, elimina aquellos que no tengan importancia y desuscríbete de listas de correos que no te interesan. Si tienes mensajes importantes que no puedes eliminar, clasifícalos en carpetas asignándoles categorías.
3. conserva sólo las apps y programas necesarios
Seguramente tengas aplicaciones instaladas que no sueles utilizar. Desinstalarlas liberará memoria de almacenamiento en tu celular y, además, te dejará una pantalla más limpia y minimalista. En tu computadora aplica la misma regla: si no lo usas, elimínalo y deja sólo los programas esenciales.
4. ordena todos tus archivos
Esta podría ser, quizás, la parte más tediosa o la más entretenida. Ordenar todo tu contenido te permitirá encontrarlo con mayor facilidad, además de eliminar todo lo que no sirva. Haz una revisión de todos tus dispositivos, incluyendo los de almacenamiento externo, como discos o tarjetas de memoria.
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Primero, enfócate en aquello que sí deseas conservar, separando la documentación importante del resto del material. Resérvalo en una carpeta general, dividiéndola -a su vez- en subcarpetas según tipo de archivo. Luego, encárgate de lo demás: fotos, videos, audios, escritos, etc.
Tómate el tiempo de analizar cada elemento: muchas veces se trata de recuerdos. Guarda aquello que desees conservar en un disco externo o en una nube de almacenamiento, correctamente etiquetado para simplificar su búsqueda. Luego, descarta todo lo que ya no necesites.