Aunque a veces no nos demos cuenta, muy a menudo es frecuente que antepongamos el "no" en ciertas situaciones o personas.
Decir que "no" es muy importante para demarcar nuestros propios límites, cuidarnos y protegernos. Pero, fuera de estas circunstancias poner por delante el "no" puede hacernos quedar en un mismo lugar, e impedirnos crecer en todo nuestro potencial.
En esta nota te compartiremos algunas razones por las que deberías anteponer el "SÍ" con más frecuencia.
¿Te animas?
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Entregarte a lo bueno que puede estar esperándote
Al decir que "sí", te entregas a algo bueno que puede estar esperándote del otro lado del miedo. Muchas veces pensamos que no hay nada mejor para nosotros, que no podremos, que será imposible... ¿Pero que pasa si te atreves? ¿Y si eso que viene es mejor?
Salir del lugar de comodidad
Decir que "no" muchas veces nos deja ubicados en un lugar de comodidad aunque a veces éste sea incómodo (por más paradójico que parezca). El lugar de comodidad es lo conocido, lo que creemos que podemos hacer, lo que creemos que merecemos. Pero, ¿qué pasa si vamos por más? ¿Y si nos animamos a algo diferente?
volverte alguien más positivo
Decir que "no" todo el tiempo nos deja siempre en el mismo lugar aburrido y monótono. Decir que "sí" por el contrario, nos abre a lo nuevo, a la incertidumbre, a la aventura de lo que nos espera. Y nos hace encarar lo que venga con más curiosidad y menos miedo.
conocerte más a ti mismo
Al atrevernos a algo nuevo también nos abrimos a la posibilidad de conocer otras cosas sobre nosotros mismos, nuevas facetas de nuestra personalidad, nuevos gustos, nuevas posibilidades y limitaciones. Es permitirnos expandirnos y explorar, incluso, al interior de nosotros mismos.