Dormir bien se ha convertido en un lujo. Descansar es algo muy preciado pero, aunque intentamos nunca decirle que no, notamos que cada vez es más difícil destinarle ocho horas al día. Una de las mejores cosas que suceden al dormir son los sueños. Pero, ¿qué pasa con las personas que no sueñan?
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Hay gente que simplemente no tiene memoria de sus sueños. Imagina no recordar ese sueño en el que podías volar o aquel en el que estabas con ese ser querido que se ha ido, o esos que no puedes explicar porque no tienen nada de sentido. Una de cada 250 personas no tiene memoria de lo que ha soñado. Pero, ¿si no lo recuerdas, realmente has soñado?
La respuesta corta es que sí. Según un estudio francés, todo el mundo tiene la capacidad de soñar: “los sueños son una producción universal, pero recordarlos es una variable”. Hay algunas razones para que esto suceda. En primer lugar, e irónicamente, está el descanso. Mientras más profundo dormimos, más difícil es que recordemos nuestros sueños.
Las personas que más recuerdan lo que sueñan son las que menos descansan. Tienden a permanecer despiertas 30 minutos durante la noche, a diferencia de las personas que usualmente no recuerdan sus sueños y que permanecen despiertas solo 14 minutos. Aunque no parece una gran diferencia, esos minutos hacen que el cuerpo pueda descansar mucho más y pase de una etapa del sueño a otra.
La fase del sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) o mejor conocido como REM por sus siglas en inglés (Rapid Eye Movement), es esencial durante el sueño, y entrar en ella distintas veces durante una noche es esencial para que el cuerpo descanse adecuadamente. Si no las tienes, lo más probable es que tengas sueños ligeros que recuerdes constantemente.
También hay diferencias entre hombres y mujeres. Ellas tienden a recordar los sueños con más frecuencia y, al mismo tiempo, tienen presentes detalles específicos que los hombres jamás lograrían recordar. Se cree que esto es porque las mujeres se interesan más en lo que sucede cuando duermen, pero los estudios aún no lo confirman.
Finalmente, la edad también es un factor a tener en cuenta. Los sueños comienzan a ser recordados en la infancia tardía y durante la adolescencia. Sin embargo, el mejor momento para recordarlos es durante nuestros veintes y después de eso comienza la decadencia. Sin embargo, estimular nuestra creatividad es esencial para recordar los sueños. Por lo que si tocas un instrumento, escribes, dibujas o haces algún trabajo creativo, siempre podrás recurrir a tus sueños para inspirarte.
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Los sueños son una parte esencial de nosotros. Desde hace más de un siglo tenemos claro que nos intentan decir algo, o por lo menos expresan parte de lo que somos. Aunque hay muchas personas que los analizan de más, tampoco hay que dejarlos pasar por alto. Por algo siempre decimos que debemos cumplir nuestros sueños: es ahí donde encontramos lo que realmente queremos.
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