Posiblemente cada uno de nosotros tenga una postura distinta para dormir con la que nos sintamos cómodos.

De acuerdo con especialistas en cognición y lenguaje, la posición en que las parejas duermen dice mucho del momento por el que pasan. A pesar de que el lenguaje corporal puede variar, a nivel general la posición es una ventana emocional hacia la situación que vive la pareja en su momento.

Según un estudio publicado por ScienceDaily, la distancia mantenida por la pareja durante el sueño refleja directamente el nivel de satisfacción y cómo se sienten en la relación.

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Más de mil personas respondieron a un cuestionario describiendo su posición preferida para dormir para evaluar su personalidad y la calidad de su relación. La mayoría de las parejas (42%) dijo dormir de espaldas uno con el otro, el 31% duerme hacia el mismo lado y solo el 4% pasa la noche cara a cara. En lo que se refiere a la distancia, el 12% queda a menos de 2,5 cm de su pareja mientras que el 2% pasa la noche a más de 70 cm de distancia.

La relación entre la posición al dormir y la pareja

Según el estudio, las parejas que duermen a una distancia mayor de 70 centímetros entre sí y no se tocan durante el sueño son las menos felices. Esto significa que, cuanto más separados duermen, peor está la relación. Del grupo de los que duermen a menos de 2,5 cm de distancia, el 86% reportó estar feliz con su pareja.

El profesor e investigador Marcos Tadeu resalta que es preciso un gran cuidado al tratar la subjetividad humana. Explica que el contexto puede influir en la decisión de no dormir cerca el uno del otro, como el calor excesivo o incluso una molestia o dolor en particular.

De espaldas, pero tocándose

Esta posición revela a una pareja madura emocionalmente, que no siente necesidad de estar todo el tiempo pegados y que comparte una gran intimidad y confianza.

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De espaldas, pero sin tocarse

Dos lecturas son posibles observando una pareja que duerme de espaldas el uno con el otro y sin contacto físico. La primera es que la relación no va muy bien, pues la pareja se desentendió y ​​lo que debería ser solo un contratiempo pasajero, se convirtió en una barrera física entre ellos. Es necesario evaluar bien la situación y no dejar que esto se convierta en una costumbre porque poco a poco desgasta la relación y los aleja a ambos.

La segunda hipótesis no está relacionada con las peleas. Por el contrario, revela una relación en la que las dos partes interactúan y saben respetar sus libertades individuales.

y tú, ¿te has fijado en cómo duermes con tu pareja? ¿acostumbran dormir abrazados o de espaldas?

Fíjate muy bien y analiza por qué lo haces así. Ahora ya tienes algunas claves para entenderlo.

Fuentes:

Mejor con Salud

Vix