Pareidolia: ¿Por qué vemos caras en las nubes, montañas y objetos?

¿Sabes qué es la pareidolia? Esa puede ser la respuesta a por qué vemos caras en las nubes, montañas y objetos. Pero no tienes nada de que preocuparte, ya que ver rostros en lugares y superficies en las que no debería, no significa que tienes problemas mentales o una enfermedad.

La pareidolia puede llegar a ser más común de lo que muchas personas piensan y aunque para muchos puede ser preocupante, la verdad es que no hay nada que temer. A continuación te mostramos todo lo que necesitas saber sobre este fenómeno psicológico.

¿Qué es la pareidolia?

La pareidolia es una especie de fenómeno psicológico que provoca que las personas puedan ver caras, e incluso, figuras humanas, en sitios y superficies donde no las hay. Por ejemplo, en las montañas, nubes, paredes, suelo, agua y en diversos objetos en casa o fuera de esta.

El término pareidolia proviene del griego “para”, cuyo significado es “más allá de” y “eidolon” que significa “forma” o “imagen”. Actualmente, hay una gran variedad de ejemplos muy diferentes de este fenómeno psicológico.

No obstante, la mayor parte de estos están relacionados con ver caras o siluetas humanas en lugares en los que realmente no existen. Si bien es cierto que, experimentar pareidolia puede parecer extraño, la verdad es que se trata de un indicativo de que el cerebro está funcionando sin problema.

Por otro lado, existe un dato bastante curioso sobre la palabra “pareidolia” y es que la Real Academia Española (RAE) no la reconoce como término. Lo que es realmente extraño, ya que este tipo de fenómeno psicológico es común entre las personas.

¿Se trata de una enfermedad?

Encontrar caras o siluetas humanas en diversas superficies, puede hacer que algunas personas crean que algo está mal. Incluso, muchos llegan a pensar que tienen alguna enfermedad psicológica o problema en su cerebro.

Sin embargo, no es ningún tipo de enfermedad ni nada parecido, de hecho, se puede decir que, es todo lo contrario. Un profesor de la Universidad de Toronto, conocido como Kang Lee asegura que, cuando este fenómeno se vuelve recurrente, no significa que algo está mal.

Las personas que ven rostros en diferentes sitios a causa de la pareidolia, en los que no los hay, no están enfermas. Este fenómeno psicológico indica que las conexiones cerebrales funcionan perfectamente, lo que significa, que no padecen de ninguna enfermedad.

¿Qué es la pareidolia auditiva?

A pesar de que es más común en su forma visual, también existe otro tipo que se conoce como, pareidolia auditiva. Esta es muy parecida a la visual al observar caras en distintos objetos y superficies. Pero, en este caso, no se trata de figuras o imágenes, sino de sonidos producidos por canciones, animales, dispositivos, autos, etc.

Tal como en el caso anterior, el cerebro es capaz de traducir, de forma rápida, cualquier tipo de sonido y asociarlo con otro ya conocido anteriormente. Esto provoca que, al escuchar un determinado sonido, parezca como si estuviera diciendo algo distinto que no debería formar parte del original.

También suele ser común con el canto producido por algunas especies de aves, que dan la impresión de decir oraciones usadas por humanos. Lo mismo ocurre con ciertas canciones o grabaciones, que parecen tener “mensajes ocultos” cuando no es así.

Esto es provocado por la pareidolia auditiva que, del mismo modo que la visual, hace que el cerebro registre cierta información y lo traduzca como algo que ya se conoce. Pero no hay de qué preocuparse, tal como se menciona en la parte anterior, no se trata de ninguna enfermedad o algo parecido.

¿Cómo se descubrió la pareidolia?

La primera persona en descubrir y describir este fenómeno psicológico, fue Jeff Hawkins, un reconocido neurocientífico. El especialista consiguió explicar la pareidolia según la forma en la que funciona el cerebro, en su hipótesis que, el propio Hawkins, denominó como la teoría de Memoria-predicción.

Dicha hipótesis se basa en la capacidad cerebral de las personas para identificar determinados patrones. En su teoría, Hawkins asegura que, el córtex es el que permite la creación de distintos modelos en el mundo. Basándose en cada uno de los estímulos que el mismo reciba.

Cada modelo es creado utilizando jerarquías temporales y espaciales, a través de la memorización de diferentes patrones y secuencias situados en cada nodo de la jerarquía. Permitiendo así, que todos los estímulos que se reciban posibilite la ejecución de reconocimientos e incluso, predicciones.

Ahora bien, este tipo de mecanismo de identificación se produce solamente en una zona específica de la corteza cerebral temporal del cerebro. La misma se conoce como “área fusiforme facial”, esta no solo se encuentra en los humanos, también la poseen varias especies de animales.

A dicho fenómeno hay que atribuirle una función de señal de alerta natural que otorga la capacidad de diferenciar rostros que puedan parecer familiares. Esto ocurre en apenas fragmentos de segundos y además, permite reconocer la cara de lo que puede ser un posible depredador.

En otras palabras, se trata de una adaptación evolutiva que, con el paso de los años, ha beneficiado, de una marera muy eficaz, la supervivencia de un gran número de especies. Esto puede notarse hoy en día, al ver caras en nubes, montañas y diversos objetos.

¿Cómo se produce la pareidolia?

Este fenómeno psicológico es generado en el momento en que se percibe determinada información visual e incluso, auditiva. No obstante, la pareidolia es más frecuente en su forma visual, en comparación con la auditiva. Ahora bien, en el caso de la pareidolia visual, la información sensorial es procesada a través de ciertos mecanismos especializados. Dichos mecanismos codifican la información obtenida, seguidamente, la traduce hasta alcanzar una respuesta.

Como resultado, la pareidolia permite que las personas puedan percibir diversos patrones muy parecidos a caras o figuras. En estas es posible notar ciertas expresiones faciales que son muy comunes en los rostros humanos. Algunas de las expresiones más reconocidas son las siguientes: tristeza, alegría, ira y sorpresa.

La razón es simple, el cerebro humano ha pasado por una gran evolución a lo largo de los años. Consiguiendo un gran desarrollo en lo que respecta a su capacidad de reconocer rostros, patrones y expresiones faciales. De hecho, este es uno de los motivos por los que, hoy en día, las personas pueden interactuar socialmente. Además, influye significativamente en la manera en la que se las personas ven el mundo y lo que ocurre en su alrededor.

Estudios científicos revelan que, hay una enorme ventaja evolutiva al identificar correcta y eficientemente los rostros. En el caso de los humanos, resulta esencial tener la capacidad para reconocer a los depredadores para lograr sobrevivir.

Por ejemplo, en la edad antigua, los hombres de las cavernas siempre estaban alertas cada vez que observaban alguna sombra que tuviera alguna forma extraña. Muchas veces, estas sombras eran provocadas por las nubes y no por criaturas peligrosas. Esto significa que, el cerebro humano siempre ha estado codificado para actuar ante cualquier amenaza que pueda presentarse.

¿Qué papel tiene la pareidolia en la medicina?

Puede parecer extraño que algo que muchos consideraban una enfermedad mental, tenga un papel fundamental en la medicina y la tecnología. Sin embargo, es de suma importancia dentro de dichas ciencias.

Hoy en día, muchos neurocientíficos aseguran que, la pareidolia es importante, ya que su aplicación, puede servir de guía para lograr un diagnóstico más acertado. Por ejemplo, gran parte de los pacientes que sufren accidentes cerebrovasculares puede identificar cualquier cosa, menos los rostros. Esto demuestra que, la afección ha provocado un daño en el área cerebral que se encarga del reconocimiento de los rostros.

Asimismo, este fenómeno psicológico puede aplicarse como base de pruebas cuando se trata de identificar determinadas enfermedades neurodegenerativas. Algunas de las más importantes son la esquizofrenia y la enfermedad de alzhéimer.

Lo mismo ocurre con el estudio de la enfermedad de Parkinson, en el que la pareidolia ha sido clave para el reconocimiento de esta afección. Ya que los pacientes con Parkinson experimentan pareidolia un mayor número de veces, incluso más de lo que podría considerarse normal.

Pero no han sido las únicas enfermedades en las que se ha aplicado la pareidolia para su lograr su detección. El fenómeno psicológico también ha sido utilizado en el test de Rorschach de evaluación psicológica. Hoy en día, es considerada un gran modelo para los científicos, ya que les permite innovar basándose en la IA o inteligencia artificial.

La pareidolia no tiene nada que ver con locura o enfermedades mentales, es solo un recordatorio de que tu cerebro funciona perfectamente.

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Fuentes: Psicologia y Mente, Lifeder, Ivane Salud.