Por alguna razón, la pérdida de una mascota a menudo se descarta como una causa de trauma, y cualquiera que haya experimentado alguna vez el tsunami de tristeza que puede traer sabrá exactamente de lo que estamos hablando. La conexión profunda que desarrollamos con nuestras mascotas trasciende la simple relación humano-animal; se convierten en compañeros, confidentes y miembros de la familia. Esta relación, cargada de emociones y recuerdos compartidos, hace que la pérdida de una mascota sea un evento profundamente doloroso, a menudo comparable con la pérdida de un ser querido humano. Sin embargo, en muchas culturas, el dolor por la muerte de una mascota no recibe el mismo reconocimiento ni apoyo que otras formas de duelo. Esta falta de validación puede llevar a lo que se conoce como "duelo privado de derechos", un concepto clave en la comprensión de cómo las personas lidian con la pérdida de sus seres queridos no humanos. El duelo privado de derechos ocurre cuando la sociedad no reconoce la legitimidad del dolor de una persona, lo que resulta en un aislamiento emocional que puede agravar el sufrimiento.

Un estudio reciente tiene como objetivo cambiar esta percepción al proporcionar a los consejeros y terapeutas nuevos puntos de vista que deben tener en cuenta al tratar con clientes cuyos animales han fallecido. Este estudio destaca la necesidad de reconocer la importancia del duelo por las mascotas y ofrece estrategias para apoyar a las personas que enfrentan esta difícil experiencia. A través de la investigación y la observación clínica, los autores del estudio subrayan que la relación entre una persona y su mascota puede ser tan profunda y significativa como cualquier otra relación humana. Las mascotas no solo brindan compañía, sino que también juegan un papel crucial en el bienestar emocional de sus dueños, ofreciendo consuelo, seguridad y un sentido de propósito. La pérdida de este vínculo puede desencadenar un dolor abrumador que, si no se maneja adecuadamente, puede convertirse en un duelo complicado, impactando negativamente la salud mental a largo plazo.

El duelo privado de derechos: una barrera para la sanación

"Cuando las relaciones no son valoradas por la sociedad, las personas son más propensas a experimentar un duelo privado de derechos después de una pérdida que no se puede resolver y puede convertirse en un duelo complicado", declaró la presidenta de la Asociación para la Pérdida y el Duelo de Mascotas y experta en duelo por pérdida de mascotas, Colleen Rolland. El duelo privado de derechos ocurre cuando el dolor de una persona no es reconocido o validado por la sociedad, lo que puede llevar a sentimientos de aislamiento, vergüenza e incomprensión. En el contexto de la pérdida de una mascota, este tipo de duelo es especialmente común, ya que muchas personas no entienden la profundidad del apego que se puede desarrollar hacia un animal. Esta falta de comprensión y apoyo puede intensificar el sufrimiento, llevando al individuo a ocultar sus emociones o a no buscar la ayuda necesaria para superar su pérdida.

El duelo complicado, que puede surgir del duelo no resuelto, es una forma prolongada y dolorosa de duelo que interfiere con la vida diaria y puede tener graves consecuencias para la salud mental. Cuando las personas sienten que no pueden expresar su dolor abiertamente o que su pérdida no es importante para los demás, es más probable que experimenten este tipo de duelo. Este es un problema significativo, ya que puede llevar a la depresión, la ansiedad y otros problemas de salud mental que afectan todas las áreas de la vida de una persona. La falta de validación del dolor también puede impedir que las personas encuentren formas saludables de procesar su duelo, lo que puede resultar en un ciclo de dolor prolongado y no resuelto. Por lo tanto, es crucial que los consejeros y terapeutas reconozcan la importancia de validar el duelo por las mascotas y ofrezcan un espacio seguro y sin prejuicios para que los clientes puedan procesar su pérdida de manera constructiva.

La validación del duelo no solo implica reconocer la pérdida, sino también entender el significado que la mascota tenía en la vida del cliente. Para muchas personas, las mascotas proporcionan compañía, apoyo emocional y un sentido de propósito. La muerte de una mascota puede dejar un vacío profundo que es difícil de llenar, y es importante que los terapeutas reconozcan esto en su trabajo. Al validar el dolor del cliente, los consejeros pueden ayudar a los individuos a sentirse comprendidos y apoyados, lo que es fundamental para el proceso de sanación.

Además, es importante que los terapeutas comprendan que el duelo por una mascota puede ser tan complejo y profundo como el duelo por un ser humano. Las circunstancias de la pérdida, el papel que jugaba la mascota en la vida del individuo y el nivel de apego pueden influir en la intensidad del duelo. Por lo tanto, es crucial que los terapeutas estén preparados para abordar este tipo de duelo con la misma seriedad y compasión que cualquier otro tipo de pérdida.

La importancia de validar el duelo por las mascotas

"Los objetivos principales de esta revisión son proporcionar a los consejeros un aspecto a considerar en su trabajo terapéutico con clientes que lidian con el dolor y la pérdida y presentar diferentes factores que pueden afectar la forma en que uno sufre la pérdida de una mascota", explica Rolland. También discute las consideraciones para la consejería que se pueden utilizar para fomentar un espacio de apoyo y sin prejuicios donde se validen las expresiones de dolor de los clientes. Esta validación es esencial para ayudar a los clientes a navegar por su duelo y evitar que se sientan marginados o incomprendidos. La validación no es solo un acto de reconocimiento, sino un proceso que puede ayudar a aliviar el sufrimiento al permitir que las personas se sientan vistas y escuchadas en su dolor.

La validación del duelo no solo implica reconocer la pérdida, sino también entender el significado que la mascota tenía en la vida del cliente. Para muchas personas, las mascotas proporcionan compañía, apoyo emocional y un sentido de propósito. La muerte de una mascota puede dejar un vacío profundo que es difícil de llenar, y es importante que los terapeutas reconozcan esto en su trabajo. Al validar el dolor del cliente, los consejeros pueden ayudar a los individuos a sentirse comprendidos y apoyados, lo que es fundamental para el proceso de sanación.

Es esencial que los consejeros comprendan que el duelo por una mascota puede ser tan complejo y profundo como el duelo por un ser humano. Las circunstancias de la pérdida, el papel que jugaba la mascota en la vida del individuo y el nivel de apego pueden influir en la intensidad del duelo. Por lo tanto, es crucial que los terapeutas estén preparados para abordar este tipo de duelo con la misma seriedad y compasión que cualquier otro tipo de pérdida. Al hacerlo, pueden ayudar a sus clientes a navegar por el proceso de duelo de manera saludable, promoviendo una recuperación que respete la relación especial que existía entre el cliente y su mascota.

MUERTE MASCOTA
Fuente: Shutterstock

El impacto de la pandemia en la relación humano-animal

Hubo un aumento tanto en la tenencia de mascotas como en la cantidad de tiempo que las personas pasaban con sus mascotas hacia el comienzo de la pandemia de COVID-19, cuando los encierros vieron a un tercio de la humanidad confinada en sus hogares. Durante este tiempo, muchas personas formaron vínculos aún más estrechos con sus mascotas, viéndolas no solo como compañeros, sino también como una fuente vital de apoyo emocional durante tiempos de aislamiento y estrés. Este aumento en el tiempo de convivencia intensificó los lazos emocionales, haciendo que la pérdida de una mascota sea aún más devastadora para aquellos que dependían de ellas como su principal fuente de consuelo y compañía en un momento de incertidumbre global.

Los estudios han demostrado que tener una mascota puede mejorar en gran medida la calidad de vida de una persona, incluso salvando vidas en momentos de soledad extrema. La presencia de una mascota puede reducir los niveles de estrés, proporcionar estructura y rutina, y ofrecer un sentido de propósito, todos ellos factores cruciales para mantener la salud mental en tiempos de crisis. La prevalencia de cementerios de mascotas en todo el mundo da fe de la importancia de las mascotas para las personas. Estos lugares de descanso final para los animales reflejan el profundo respeto y amor que muchos sienten por sus mascotas, y subrayan la necesidad de reconocer el duelo por su pérdida como una experiencia legítima y significativa.

Rolland y la coautora del estudio, la Dra. Michelle Crossley, profesora asistente del Colegio de Rhode Island, creen que el duelo por la muerte de una mascota todavía no es visto como una gran preocupación por muchas personas, a pesar de la abundancia de datos que demuestran su valía. A pesar de los numerosos estudios que documentan los beneficios de tener una mascota, sigue existiendo un estigma en torno al duelo por las mascotas, lo que puede dificultar que las personas busquen la ayuda que necesitan cuando enfrentan esta pérdida. Este estigma no solo perpetúa la idea de que la pérdida de una mascota es menos significativa que otras pérdidas, sino que también puede llevar a las personas a minimizar su propio dolor, retrasando el proceso de sanación y exacerbando el sufrimiento emocional.

Estrategias terapéuticas para apoyar a quienes han perdido a una mascota

Creen que si a las personas les preocupa que su tristeza por la muerte de una mascota sea recibida con burla, pueden estar menos inclinadas a buscar tratamiento cuando realmente lo necesitan, lo que podría ser perjudicial para su salud. Esta falta de búsqueda de apoyo puede conducir a un duelo prolongado y complicado, que podría haberse manejado de manera más efectiva si se hubiera reconocido y tratado desde el principio. Los consejeros y terapeutas tienen la responsabilidad de crear un espacio seguro y sin juicio donde los clientes puedan expresar su dolor sin temor a ser ridiculizados o incomprendidos. Validar el duelo por una mascota es un primer paso crucial para facilitar la recuperación y evitar que el dolor se convierta en un problema de salud mental más grave.

Las sesiones de terapia grupal (en persona o en línea) y las manualidades terapéuticas (especialmente para niños pequeños) son dos métodos sugeridos para ayudar a los clientes a sobrellevar la muerte de una mascota. Las sesiones de terapia grupal permiten a los individuos compartir sus experiencias y sentimientos en un entorno donde otros comprenden y validan su dolor. Este tipo de apoyo comunitario puede ser increíblemente poderoso para ayudar a las personas a procesar su duelo y encontrar consuelo en saber que no están solos en su dolor. La terapia grupal también ofrece una oportunidad para que los participantes aprendan de las experiencias de los demás, lo que puede ser especialmente útil para aquellos que se sienten perdidos o abrumados por su dolor.

Las manualidades terapéuticas, por otro lado, pueden ser especialmente útiles para los niños pequeños, que a menudo luchan por expresar sus emociones de manera verbal. A través de actividades como crear recuerdos o álbumes de fotos de sus mascotas, los niños pueden encontrar una salida para su dolor y comenzar a sanar de una manera que se sienta segura y natural para ellos. Estas actividades no solo ayudan a procesar el duelo, sino que también permiten a los niños mantener un vínculo con su mascota fallecida de una manera saludable. Al proporcionar un medio tangible para expresar sus emociones, las manualidades terapéuticas pueden facilitar la comunicación de sentimientos difíciles y ayudar a los niños a comprender y aceptar la pérdida.

El objetivo de este estudio fue persuadir a los terapeutas de que la pérdida de una mascota es significativa para ciertos clientes, y que validar el duelo por los animales es un paso importante para facilitar la recuperación y ampliar el acceso a la atención. Reconocer el dolor de perder una mascota y ofrecer un apoyo adecuado puede marcar una gran diferencia en el proceso de sanación de una persona. Los terapeutas que integran el trabajo de pérdida de mascotas en sus intervenciones y estrategias de afrontamiento pueden ofrecer un apoyo más holístico y eficaz a sus clientes.

"Cuando una persona pierde a una mascota, puede ser una experiencia traumática, especialmente dada la fuerza del apego, el papel que desempeñó la mascota en la vida del individuo, así como las circunstancias y el tipo de pérdida", dijo Crossley. La muerte de una mascota puede reabrir heridas emocionales anteriores o intensificar sentimientos de pérdida y soledad, lo que subraya la importancia de un enfoque terapéutico cuidadoso y considerado. Los consejeros deben estar atentos a los signos de duelo complicado en sus clientes y estar preparados para ofrecer intervenciones que aborden tanto el dolor inmediato de la pérdida como los efectos a largo plazo en la salud mental del individuo.

"Dar voz a las personas que lloran una pérdida privada de sus derechos es una forma en que los consejeros pueden ayudar a los clientes a superar la pérdida de una mascota. También es importante integrar el trabajo de pérdida de mascotas en las intervenciones de asesoramiento y las estrategias de afrontamiento que ya se están utilizando en el espacio terapéutico". Al hacerlo, los consejeros pueden ofrecer un apoyo más completo y ayudar a sus clientes a navegar por el dolor de manera más efectiva, promoviendo la sanación y el bienestar a largo plazo. En última instancia, validar el duelo por la pérdida de una mascota no solo es un acto de empatía, sino también una parte esencial del proceso terapéutico que puede ayudar a las personas a encontrar paz y consuelo en medio de su dolor.

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