*Por Ana Luisa Ruiz, voluntaria de Greenpeace.
1857 El 8 de marzo, trabajadoras textiles decidieron salir a las calles de Nueva York bajo el lema 'Pan y rosas' para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil; esa fue la primera de muchas acciones para comenzar a ejercer un derecho básico: trabajo decente y remunerado.
Desafortunadamente, esta historia tiene un crudo final, pues esas mismas trabajadoras perecieron calcinadas dentro de la fábrica, debido a que los dueños cerraron sus puertas. Para no olvidar esta fecha, las feministas de esos días pugnaron por el día de la mujer trabajadora, que se tradujo en nuevas normas de seguridad y salud laboral. Años después, gracias a la lucha feminista eventualmente llegó a ser el Día Internacional de la Mujer. Recuerda, no se celebra; se conmemora.
1971 Marie Bohlen, ¿quién fue? Nada más que la autora intelectual detrás de la acción que dio inicio a lo que hoy conocemos como Greenpeace. “Hacer frente a la bomba” dijo.
¿Y de qué bomba hablaba? En ese momento, de la prueba nuclear que sucedió en Amchitka Canadá, ideado por el Primer Ministro Pierre Trudeau. Si seguimos la línea de pólvora de la historia, podemos ver líneas que se conjugan, que se tocan y a veces se trastocan; la bomba de un sistema que nos mira a las mujeres y a la naturaleza como meros objetos, que se consumen y que reproducen. Este, es el contexto con el que vivimos las mujeres día a día.
2017 Greenpeace Unearthed, en su artículo: “Why climate change is a gender equality issue?” nos explica que las mujeres tendemos a creer más en el cambio climático, pues somos quien lo sufrimos de manera más directa, es por ello que empatizamos con la naturaleza, hemos aprendido a amarnos, cuidarnos y protegernos a través de ella, tal y como el ecofeminismo dicta: mi territorio, mi cuerpo ó ni la tierra ni nuestros cuerpos son territorio de conquista.
2018 Greenpeace México se llamó PURPLEPEACE: para seguir luchando por el cambio y en solidaridad con las mujeres fuertes, resilientes y decididas de todo el mundo que trabajamos y luchamos por un planeta verde. Cambian los colores, porque las causas se suman, y La Causa de todas Las Causas es el cuidado y la protección medioambiental.
Y bien, después de todo esto…
¿Qué inspira a las voluntarias de Greenpeace?
A propósito del día de la mujer, recopilamos algunos testimonios de voluntarias que nos contaron qué es lo que las inspira a seguir con su militancia ambiental.
“Me inspira mucho el ayudar, saber que puedo lograrlo con ayuda de más personas [...] si muchas personas ponen un granito de arena cada quien logramos un mar de posibilidades con una fuerza imparable” comenta Cielo, voluntaria en Xalapa con ya 5 años de experiencia.
“Las ganas de querer aportar mi granito de arena para poder tener/crear un mundo mejor y salvar lo que tenemos” nos cuenta Sam, nueva voluntaria en Xalapa.
"Son las mujeres jóvenes con mucha más conciencia medioambiental las que me inspiran a seguir" señaló Ana Luisa Ruiz, voluntaria en el grupo local de Greenpeace en Xalapa.
Creo con todo mi ser, que las grandes cosas nos eligen, no es casualidad que un día, en un voluntariado de una muestra de género, me haya topado con los chalecos verdes y que de ese día a hoy están por cumplirse 5 años este 2021.
Es la historia de las mujeres jóvenes con un enorme compromiso medioambiental aquello que me inspira a seguir, a compartirles todo lo que he aprendido, a quedarme. Es la historia de Marie Bohlen, de Greta Thunberg, de Rikka Karpinnen, de Máxima Acuña y muchas más; es por la lucha de todas las mujeres de la historia y toda la historia de la Madre Tierra que debemos unirnos, “acuerparnos” como dice el feminismo.
La historia de Greenpeace inició con la mirada de una mujer que vio una problemática: creer que estamos por encima de la naturaleza. Es momento de replantear nuestra relación con nuestro alrededor.
Marie Bohlen, es parte de la esencia de Greenpeace, su idea lleva 27 años en México y se ve reflejado en el Staff y en su voluntariado.