Acaba de comenzar el año, y es una época donde nos sentimos entusiasmados: ¡Nuevas oportunidades! ¡Todo un año por delante para cumplir esos objetivos tan importantes!

El problema es que, la mayoría de la gente, tiende a pensar objetivos grandiosos, e incluso poner manos a la obra enseguida. Pero, poco tiempo después (en febrero, o a más tardar en marzo), esos proyectos quedan truncos: por las responsabilidades, porque ya no hay tantas ganas, por la falta de entusiasmo…

¿Te sientes identificado con esto? Tranquilo, que a todos nos pasa lo mismo. A todos menos a los japoneses, claro. Ellos tienen una cultura diferente, y de la fusión de su filosofía ancestral y el capitalismo norteamericano, surgió el método Kaizen.

En sus orígenes esta técnica japonesa se aplicó a mejorar la productividad en la empresa, pero es tan simple, claro y eficiente que puede utilizarse en cualquier circunstancia. Por ejemplo, para terminar el año con esos objetivos finalmente concretados.

El método Kaizen: un paso a la vez

El método Kaizen se trata, básicamente, de desmenuzar las grandes metas en pequeños pasos que puedes dar en cualquier momento.

Sí, aunque parezca paradójico, reducir es la mejor manera de concretar. ¿Por qué? Bueno, pues por nuestro poderoso miedo a los cambios.

No eres la única persona que teme cambiar, salir de su zona de confort y lograr sus objetivos. Sí, es normal tenerle miedo también al éxito. Porque cualquier logro obtenido nos obliga a cambiar, y a nuestra mente no le gustan demasiado los cambios.

Además, los grandes logros requieren exigencias. Entonces, si nunca hemos hecho ejercicio y nos proponemos hacer dos horas de gym todos los días, lo más probable es que fallemos. ¡Es lo natural!

Pero luego de fallar una semana, y la siguiente, y la siguiente también, nuestra sensación es de completa frustración, y el final lógico es tirar la toalla. ¡No sirvo para esto!

En cambio, ¿Qué pasaría si te propusieras ir 15 minutos por día al gym, a caminar en la cinta y volver a casa? ¿Podrías hacerlo?

¡De eso va el método Kaizen!

Menos es más

Esta técnica japonesa, entonces, plantea que desmenuces cada uno de tus objetivos para este año en pequeños pasos. Tienes todo un año para llegar a la meta, vamos.

Así que sigamos con el ejemplo anterior. Quieres comenzar a cuidarte, fantástico. Y deseas hacer un entrenamiento completo de gym a diario. Es un gran objetivo, pero nunca has ido.

Pues bien, comienza yendo una vez por semana, 15 minutos. Sí, nada más que eso. Que ese sea tu objetivo para este mes: ir al gym una vez por semana a hacer 15 minutos de cinta tranquila.

Es un objetivo que puedes alcanzar fácilmente y que, en lugar de hacerte sentir frustrada te dará energías: ¡He logrado cumplir mi objetivo 4 semanas seguidas!

Así que el mes siguiente, puedes agregar un día más de entrenamiento, y 15 minutos más por vez. Mira, en apenas dos meses has logrado hacer una hora de ejercicio a la semana. No está tan mal, ¿No?

Así, paso a paso, irás aumentando la frecuencia e intensidad, hasta llegar a fin de año entrenando todos los días.

La constancia, el factor clave

El método Kaizen se basa en la idea de que los grandes cambios son mucho más fáciles de alcanzar con constancia que con esfuerzo. Claro que necesitas esforzarte, pero de nada sirve dar todo de ti un día y nada al siguiente.

Así es que la constancia es la clave de este método y, de acuerdo a la experiencia de casi todos los que han tenido éxito alguna vez, en la clave de todo logro.

Aquí va un reto para terminar: toma uno de tus objetivos para este 2019, el más grande, no importa qué tan ambicioso sea. Ahora, anota una acción pequeña que te dirija hacia él, y que puedas hacer mañana. ¡Sí, mañana!

Que sea una acción tan pequeña que no puedas fallar. ¡Ahí lo tienes! ¡Has comenzado a implementar el método Kaizen!

Ahora sigue adelante. ¡Este año es tuyo!

Fuentes:

Hipertextual

Plantarte