Una pequeña iniciativa que marca una gran diferencia

Cada día, Reden Roro Hendarti carga su triciclo con material de lectura y se dirige a la aldea de Muntang para recibir la basura de los niños que viven allí, que intercambia por sus libros. Una pequeña iniciativa que hace que los niños de la zona sean más conscientes del medio ambiente. Especialmente en las regiones rurales, Indonesia sigue teniendo un gran problema con los residuos de plástico.

En cuanto ella aparece, la prisa es grande. Muchos niños ya la esperan y hacen cola para hacerse con uno de los populares libros. Se cambian por vasos de plástico, bolsas y otros residuos que Reden recoge en el triciclo antes de que sus compañeros los clasifiquen y los lleven a reciclar o a vender.

Kilos de residuos de plástico

Reden recolecta así unos 100 kilos de residuos cada semana. "Debemos cuidar nuestros residuos para luchar contra el cambio climático y salvar la Tierra", dice. La fundadora de la "Biblioteca de la Basura" pesa la basura que recoge cada día para llevar la cuenta y documentar la cantidad acumulada a lo largo de los meses.

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Lectura en compañía

La pequeña biblioteca móvil es bien recibida por los niños. "Cuando hay demasiada basura, nuestro entorno se ensucia cada vez más y eso no es saludable. Por eso buscamos desechos para pedir prestado material de lectura", dicen los niños, e incluso después del colegio se sientan juntos a hojear sus libros.

Reden Roro Hendarti no solo se alegra de conseguir que los niños lean más, sino que, con su iniciativa, también consigue que los niños pasen menos tiempo jugando en internet. "Construyamos una cultura educativa desde pequeños para mitigar los daños del mundo online", dice. La pandemia de coronavirus, en particular, ha aumentado el problema de la adicción a los juegos en línea entre los niños.

Debido a la pandemia, muchas escuelas de Indonesia permanecen cerradas, con graves consecuencias: según un informe del Banco Mundial, más del 80% de los jóvenes del país corren el riesgo de no alcanzar las normas mínimas de la OCDE en el aprendizaje de la lectura. Con su triciclo, en el que transporta hasta 6.000 libros al día, Reden Rodo Hendarti busca colaborar de alguna manera.