Ella sabía leer más allá de las palabras. Vamos a comentar sobre la historia silenciada de la criptóloga Elizebeth Smith Friedman. Una verdadera genio, pues logró descifrar cosas que parecían veladas con las más astutas técnicas.
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¿Quién fue Elizebeth Smith Friedman?
Se llamada Elizebeth, con “e” en vez de “a”. Su madre deseó que el nombre de su hija se escribiese de esa manera. Elizebeth Smith Friedman nació el 26 de agosto de 1892, en Hungtinton, Indiana. La llamaron la “primera mujer criptoanalista”.
Estudió idiomas: griego, latín y alemán. En su estancia universitaria, se percató de ciertas inconsistencias en las obras de Shakespeare, aduciendo que quizás eran añadidos que no eran del autor. Algo que causó polémica.
Este interés despertó el interés de gente que deseaba demostrar que, en realidad, las obras atribuidas a Shakespeare eran en realidad trabajos de Francis Bacon. Lo cierto es que ella llamó la atención por su capacidad de descifrar textos entre líneas.
Su trabajo en Riverbank Laboratories
Comenzó a trabajar en esta institución en 1916. Ahí, se reunió información sobre las tácticas de criptografía usadas durante la Guerra Civil Norteamericana. Esta faena interesó a los militares durante la Primera Guerra Mundial.
Para que los soldados aprendiesen criptografía (descifrar y enviar mensajes secretos), se habilitó un espacio llamado la “Cámara Negra”. Una de las profesoras era Elizebeth Smith Friedman, muy hábil en estos asuntos.
Ella desarrolló una técnica basada en “capas de palabras”. También, matices y códigos ocultos. Ella era muy inteligente para eso. Su ayuda fue enorme para descifrar los mensajes secretos de los capos de licor durante la prohibición.
El nombre de Elizebeth Smith Friedman no suele aparecer entre las mujeres más destacadas de la historia. ¡Algo injusto! Fue ella quien ayudó a descifrar las máquinas Enigma, usadas en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
El FBI no había logrado entender los mensajes secretos de los Nazis. Pero, ella pudo hacerlo… usando solo lápiz y papel. Varios de los éxitos militares de EE.UU en la guerra sucedieron porque ella reveló planes alemanes cifrados.
Algo injusto: su esposo se llevaba el mérito
Se casó, en 1917, con William Friedman. Ambos trabajaban juntos, pero fue él quien solía llevarse las distinciones, llegando a ser catalogado como el mejor criptólogo de EE.UU. No es la primera que una mujer no recibía su debido reconocimiento.
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¿Conocía las historia de Elizebeth Smith Friedman? Quienes repasan la historia de la criptografía, no pueden eludirla. Creó técnicas para esa labor, descifró hasta los mensajes más imposibles, todo con un gran talento.
Fuente: El Confidencial