El actor estadounidense Richard Gere tuvo un gesto solidario que le ha dado la vuelta al mundo. Le llevó comida y bebida a los 121 refugiados que están varados en el mar Mediterráneo, esperando que algún país europeo los reciba.
A diario, miles de habitantes del norte de África y otros países cercanos arriesgan sus vidas aventurándose en barcos de refugiados que cruzan el Mediterráneo a la espera de que los acojan. La mayoría huye de zonas de guerra, miseria, enfermedades y pobreza extrema. Las condiciones de los barcos pueden ser muy precarias, y decenas de personas pueden terminar varadas en el mar, porque ningún país asume su migración.
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Richard Gere, que está casado con una empresaria española, se ha pronunciado en diversas ocasiones sobre la crisis migratoria que se vive en el Mediterráneo, apoyando iniciativas como las de Proactiva Open Arms, dedicada a ayudar a estos refugiados a tener un futuro mejor.
Gere ha sido particularmente crítico del ministro de Interior de Italia, Matteo Salvini, que se opone a la llegada de refugiados a Italia. Es allí donde Open Arms planeaba desembarcar. También recibieron la negativa en España, donde se encontraba Gere al enterarse de la situación, y decidió espontáneamente subirse a una embarcación y acercar víveres.
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Gere no perdió tiempo y tan pronto como llegó empezó a repartir alimentos con ayuda de una tripulación. Se ganó rápidamente el cariño de los refugiados, que lo apodaron “Chef Rubio” apenas se subió al barco. El actor le pidió a las autoridades que dejen de “demonizar” a los refugiados y les den acogida.
Por esta acción, a Gere le han llovido aplausos. Además, le ha dado visibilidad al problema de la migración irregular en el Mediterráneo.
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