Por: DW.
El gran socavón aparecido hace casi una semana en el céntrico estado mexicano de Puebla sigue extendiéndose, luego de que el viernes pasado provocó el derrumbe de una barda y de una recámara de la casa ubicada en el borde del agujero.
Esta parte del domicilio se había mantenido suspendida alrededor de 48 horas pero a raíz de nuevos desprendimientos de tierra se dañó la mampostería y los muros, provocando el colapso parcial.
Con los últimos movimientos, el socavón aumentó su tamaño 3 metros hasta alcanzar un diámetro de 97 metros y una profundidad aproximada de 20 metros, según las autoridades locales.
El viernes llegaron 10 investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) para trabajar de manera coordinada con la Secretaría de Medio Ambiente, con la finalidad de iniciar trabajos geofísicos y de iones para determinar qué originó esta falla en la tierra.
Según información de la secretaría de Medio Ambiente de Puebla, los resultados preliminares se tendrán en 25 días.
La casa se cae a pedazos
Magdalena Xalamihua, dueña de la casa, aseguró que no han recibido apoyo de ningún Gobierno desde el sábado que apareció el socavón.
"Duele mucho de tanto sacrificio, pasamos hambre, la verdad sí nos duele mucho, porque no sabemos qué vaya a pasar con nosotros", dijo a medios.
"Estamos dolidos de la casa que estamos viendo que poco a poco y a pedazos se va a ir hasta adonde acabe todo”, añadió.
Entre tanto, la presencia de curiosos en la zona ha obligado al ejército mexicano a establecer medidas de seguridad adicionales.
El desprendimiento se dio el sábado en un terreno de cultivo del municipio Juan C. Bonilla, a poco más de 20 kilómetros de Puebla capital, en una zona donde solamente hay algunas casas pequeñas y humildes de las personas que trabajan los sembradíos.
El hoyo se originó con 5 metros de diámetro, en solo 24 horas pasó a los 30 metros y desde entonces no ha parado de crecer.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, dijo el lunes que se trata de un "asunto de enorme riesgo".