Los detalles del proceso evolutivo del ser humano en la actualidad

Muchos lo dudan, pero la realidad es que el ser humano sigue evolucionando. El asunto es que lo hace de manera diferente a lo que algunos cuentan. La tecnología, por ejemplo, parece tener un efecto en el fenotipo humano.

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La evolución biológica no se puede detener

Desde que Charles Darwin (1809-1882) publicó “El origen de las especies” (1859), a raíz de sus observaciones en las islas Galápagos, existe consenso en aceptar la evolución natural como modo de cambio de los seres vivos.

El asunto es que se trata de un proceso lento, no podemos percibirlo sino llevando registros por muchos años. La biodiversidad depende, en buena medida, de esta evolución, la cual sigue sucediendo sin percatarnos.

Los seres humanos no están exentos: también evolucionan. Pero, parece que nos percatamos. No obstante, hay indicios de esa evolución… el asunto es que sucede de una manera muy diferente a como se había imaginado.

Algunos aspectos de la evolución humana reciente

El Homo sapiens se reproduce de forma sexual, por lo que combina genes al nacer. Esa combinación va dando lugar a cambios que son el eje de la evolución. Algunos ejemplos de la reciente evolución humana son los siguientes.

- La capacidad de beber leche en edad adulta, lo cual no lo tienen muchas otras especies. Es una cualidad desarrollada hace ya muchos siglos, pero que se considera reciente en la edad evolutiva.

- Hay nuevas adaptaciones puntuales: el pueblo de los Bajau, en el sudeste de Asia, logran mantener la respiración bajo el agua por 10 minutos. Han cambiado su cuerpo para tolerar ese tiempo sin respirar.

- La estatura tiende a aumentar en los últimos siglos. Por ejemplo, los europeos son 11 cm más altos ahora que en el siglo XIX.

- La tecnología actual parece favorecer cuestiones como: ojos más grandes, dedos más largos y una espalda arqueada hacia el frente.

- Los dedos de los pies son cada vez más pequeños. Además, el uso de calzado hace los humanos no requieran de pies fuertes.

- Todo indica que el humano tendrá adaptaciones nocturnas. La melatonina, hormona del sueño, se ha visto alterada en las últimas décadas. Los humanos ya no son diurnos ni usan la noche solo para dormir.

- Se prolonga la llegada de la maternidad. Las mujeres ya no tienen hijos tan jóvenes, por lo que sus cuerpos podrían llegar a adaptarse a esa nueva realidad.

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¿Qué otros cambios tendrán los humanos? Es curioso imaginar a un humano del futuro: ¿ojos grandes, dedos largos, espalda arqueada? Una suerte de adaptación a las nuevas condiciones de la tecnología cotidiana.

Fuente: La Vanguardia