Muchas veces las relaciones tóxicas, posesivas y hasta violentas se sostienen gracias a un montón de comportamientos que parecen muy románticos, pero en verdad no lo son tanto.
Por supuesto que no estamos hablando de la totalidad de los casos, y si se da una sola de estas cosas y de manera aislada tampoco es el fin del mundo.
Se trata, más bien, de identificar actitudes que no son las más sanas para la relación y que es importante tener en cuenta, para no confundirlos con algo meramente romántico, sino como una señal de atención.
1. Llamar a tu pareja tu “todo”
“Eres todo para mí” es una frase muy romántica, y quizá todos lo hemos dicho alguna vez. Pero en realidad, es un tanto complicada. ¿Realmente tu pareja es todo para ti? ¿Dónde quedan tus amigos, tu familia, tu carrera, hasta tu propia persona?
Si es una frase que se dice al pasar, sin darle demasiada importancia, no es mala en sí misma. El problema es si de verdad crees y sientes que tu pareja es todo para ti, y que sin ella no podrías vivir. Eso puede esconder una enorme dependencia emocional.
Recuerda que el lenguaje tiene mucho poder, así que usarlo adecuadamente siempre es buena idea.
2. Comunicación constante
Ya sabemos que la comunicación en la pareja es esencial para que esta se construya sanamente.
Pero la comunicación constante puede ser un tanto posesiva. Realmente no pasa nada si, cuando te juntas con tus amigas y amigos, no hablas con tu pareja por un par de horas. Un par de Whatsapp para darse señales de vida y coordinar dónde van a comer a la noche está bien. No hace falta más. ¡Si tienen todo el resto del día para estar y hablar juntos!
La necesidad de estar todo el tiempo en contacto con el otro puede esconder una enorme inseguridad, muchos celos, y una necesidad de controlar a la otra persona que nunca es del todo sano.
3. Responsabilidad sobre las emociones
Tu pareja no es la responsable de todas tus emociones, ni viceversa. Puede que una discusión te haga sentir triste. Pero no puede ser que siempre tu estado de ánimo, tu felicidad y tus emociones dependan de cómo esté o qué haga tu pareja.
Si es así, la pareja se está convirtiendo en una relación de dependencia emocional que nunca está bien. Tú tienes que hacerte responsable de tus sentimientos y emociones, y no responsabilizar siempre al otro.
4. Hacer todo juntos
Es hermoso compartir gustos e intereses con la pareja, como también tener amigos en común y poder hacer muchas cosas juntos.
Pero no tener espacios personales, eso no está tan bien. De nuevo, tiene que ver con cosas como la dependencia, la inseguridad y el control. Además, no beneficia a la pareja: todos necesitamos guardarnos espacios para estar con nuestros amigos y familia a solas, para hacer algo que sea nuestro y de nadie más.
5. Competir por quién "quiere más"
La pareja, se supone, se construye de a dos, y no importan quién puso más y quién menos. Hoy por ti, mañana por mí.
Estar en permanente competencia para ver “quién quiere más”, “quién invierte más” o, en resumidas cuentas, “a quién le importa más no llevará nunca a buen término. Lo importante es tomarse las cosas en serio, en la medida de las posibilidades de cada uno, y disfrutar.
6. “Cuidar” al otro con falta de honestidad
Es cierto que hay veces que no es necesario decirle a tu pareja lo mal que se ve, cuando sabes que ha tenido un día para el olvido. Eso sería una honestidad cruel y sin sentido.
Pero es importante no acostumbrarse a cuidar al otro ocultándole todos nuestros pensamientos y sentimientos. Hay que saber manejarlo, pero la comunicación es muy importante.
Y si nos tomamos demasiado en serio eso de “no dañar” al otro y le ocultamos la verdad todo el tiempo, a la larga el daño será mayor. Es importante ser honesto en una relación, y asumir que a veces eso puede herir los sentimientos de la otra persona.
Pero nada los herirá más que la permanente falta de honestidad.
¿Haces algunas de estas cosas? ¿Crees que podrías cambiarlas?
Fuentes: