Por Celeste Condoleo
Los Vedas son los textos hindúes sagrados más antiguos, así como la Bhagavad Gita y los
Yogas Sutras de Patanjali. En ellos se encuentran las enseñanzas espirituales más importantes
de todos los tiempos. Se describen allí seis sendas principales en el Yoga: seis maneras
diferentes de acercarse a la espiritualidad. Cada una se ajusta a un temperamento o
personalidad diferente, pero todas conducen al mismo destino: la unión con Dios.
En Occidente se acostumbra practicar solo un camino del Yoga: el Hatha Yoga, del que se
desprenden diferentes estilos como Vinyasa o Iyengar, que se enfocan en la realización de
asanas (posturas físicas). Las lecciones de las antiguas escrituras nos invitan a integrar cada
uno de estos caminos para alcanzar la verdadera sabiduría.
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BHAKTI YOGA
Es el camino de la devoción y el amor divino. Los practicantes de este sendero buscan experimentar el amor más puro, elevado e incondicional: el amor de Dios. La devoción puede ser hacia la forma de la divinidad con la que sientas afinidad: Dios, Cristo, Brahma, la Madre Divina, Jehová, el Todo o la Inteligencia Superior. El Bhakti Yoga es adogmático.
Este sendero se practica a través de plegarias, rezos y mantras, rituales y ceremonias y la meditación diaria. Un ejemplo es el movimiento Hare Krishna, reconocido por sus cantos hacia el dios hindú.
JÑANA YOGA
Es el yoga de la sabiduría y el camino del conocimiento. Se practica a través del estudio de las antiguas escrituras y los textos sobre la filosofía del Yoga.
Este sendero busca la autorrealización practicando el discernimiento y arrojando luz sobre los problemas de la vida y los enigmas del cosmos. Los practicantes de Jñana yoga desean evolucionar por el estudio y conocimiento de las verdades y principios fundamentales del universo y del ser, para aplicarlos a su vida diaria.
KARMA YOGA
Es el Yoga de la acción desinteresada. Este camino busca la unión con Dios a través del servicio a la humanidad sin esperar nada a cambio.
El Karma Yoga implica llevar una vida activa y servir a los demás de manera ininterrumpida, sintiendo el dolor del prójimo para aliviarlo o remediarlo. Las enseñanzas, que provienen del Bhagavad Gita, resaltan que la humanidad es la mayor manifestación de la divinidad. Entonces, servir a la humanidad es servir a Dios. Un ejemplo de Karma Yoga es la Madre Teresa de Calcuta, quien dedicó su vida a ayudar a los más pobres.