Alyssa-Amor Gibbons, nacida y criada en Barbados, ha vivido siempre entre temporadas de lluvias, secas y huracanes, en lugar de las estaciones convencionales de primavera, verano, otoño e invierno. Desde pequeña, Gibbons estuvo familiarizada con los rigores de la meteorología impredecible y los efectos del cambio climático, factores que influyeron profundamente en su carrera. Hoy en día, a los 34 años, se dedica a diseñar infraestructuras resistentes a huracanes, olas de calor e inundaciones, todo ello mientras respeta el medio ambiente y la cultura de su isla natal.

Durante una videollamada reciente, Gibbons compartió cómo su experiencia con la naturaleza y la incertidumbre climática la motivó a estudiar arquitectura e ingeniería. Su objetivo ha sido siempre comprender cómo se construyen los edificios para resistir o sucumbir ante desastres naturales y qué se puede hacer para asegurar que la mayoría sobreviva. Ahora trabaja con la organización Future Barbados, un incubadora de talento destinada a transformar la vida en la isla a través de la innovación urbana.

Gibbons utiliza herramientas digitales avanzadas que le permiten simular grandes eventos meteorológicos y sus efectos sobre una réplica virtual de Bridgetown, la capital de Barbados. Esta tecnología, que describe como un "gemelo digital" de la ciudad, le permite experimentar y probar diferentes escenarios constructivos en un entorno seguro antes de aplicarlos en la realidad.


UB6JLBZYQ5B43L2TDRTBOCO7RI

Lee también: Artista neerlandesa es capaz de pintar con pies y manos al mismo tiempo.

Su enfoque en la arquitectura no solo busca minimizar el impacto ambiental sino también integrar las construcciones en el ecosistema local, respetando la cultura y el entorno natural. Este respeto por la integración cultural y ambiental es fundamental para Gibbons, quien se esfuerza por diseñar proyectos que complementen y mejoren el entorno en lugar de dominarlo.

La arquitecta también ha aplicado su enfoque en otros lugares del Caribe y en el Reino Unido. Uno de sus proyectos más recientes en Dominica, otro país caribeño severamente afectado por el huracán María en 2017, incluyó el diseño de un eco-hostal que sobrevivió a la tormenta gracias a su integración con el entorno natural. En lugar de intentar cerrarse contra los elementos, el diseño permitió que los vientos huracanados fluyeran a través de la estructura, lo cual, paradójicamente, ayudó a preservarla.

Gibbons sostiene que la adaptación a las condiciones climáticas extremas, como las olas de calor cada vez más frecuentes en el Caribe, es crucial. Argumenta que la sostenibilidad y la resiliencia deben considerarse como un único concepto en su región, enfocándose en mejorar la calidad de vida y no solo en la supervivencia inmediata.

El trabajo de Gibbons no solo es un testimonio de la innovación en la arquitectura y la ingeniería sino también un recordatorio de la importancia de considerar el impacto a largo plazo del cambio climático y la necesidad de adaptar nuestras infraestructuras para enfrentar estas nuevas realidades. Su visión y dedicación a proyectos que respetan tanto a la gente como al planeta son ejemplares en la lucha global contra los efectos adversos del cambio climático.

Fuente: El País.